Con el riesgo y sin peligro

De la verdadera identidad de Elena Ferrante a la falsa identidad del PSOE. Del creciente hartazgo hacia Donald Trump al menguante interés por el fenómeno Potter. Y de las inesperadas votaciones en Colombia al esperado conflicto con Elvira Navarro por los últimos días de Adelaida García Morales. No sé si lo han notado, pero política y literatura coinciden estos días en abrumarnos con noticias que confunden sin parar el riesgo con el peligro. Y no es lo mismo.

El riesgo es la posibilidad de daño y el peligro es en cambio su probabilidad. El riesgo es optativo y no cuantificable, mientras que el peligro concreta sin pedir permiso. El riesgo bien entendido puede y debe ser aplaudido; el peligro, en fin, lo buscan sólo los inconscientes.

Ferrante se arriesgó al emplear un seudónimo, pero no hay nada tan peligroso como el periodismo que hurga en sus cuentas

Así, la Ferrante se arriesgó al emplear un seudónimo, pero no hay nada tan peligroso como ese periodismo que prefiere usar su poder para hurgar en las cuentas de un escritor digno y no en las de tanto indigno poderoso. Así, seguir explotando al niño mago es un riesgo que huele a declive, pero querer explotar el mundo con magia de niños hiede tanto a peligro como a insensatez, si ganase el patán en vez de Clinton. Y así, en fin, quien se arriesga por la paz recibe chascos, pero no hay mayor peligro, querida Elvira, que ignorar las guerras obvias.

Cada vez más, en consecuencia, me acerco a quien se arriesga y me alejo del peligro. Téngalo en cuenta, si están de acuerdo, para leer a Luisgé Martín en 'El amor del revés' (Anagrama), que se arriesga a desnudarse sin caer en peligrosas exhibiciones. Háganlo también, si aman el cine, evitando a un Tim Burton caduco y asistiendo a partir del 14 a los Maldà, donde se estrena el por fortuna arriesgadísimo documental de Jordi Esteva 'Socotra, la isla de los genios' (libro ‘deluxe’ en Atalanta). Y remátenlo -me lo agradecerán- con las afiladas propuestas de la barcelonesa Elisabet Riera, autora pronto en L’Altra y antes editora por su cuenta y riesgo con la inminente WunderKammer (WK), sello oculto y de culto que el día 24 arranca con un fascinante inédito de Victor Hugo: 'Lo que dicen las mesas parlantes'.

Dónde está el riesgo y dónde el peligro. No descubrirlo, ‘procés’ incluido, sí que da miedo.