FESTIVAL EN SANT BOI

Maika Makovski: "En el fondo soy una cantante de folk"

La artista mallorquina presenta 'Chinook wind', un disco en el que matiza su perfil rockero y se acerca a los sonidos acústicos, en la primera jornada del Altaveu

La cantante interpreta ’Father’ en acústico para Música Directa. / RICARD FADRIQUE

Maika Makovski ha viajado de Macedonia a Bristol, pasando por Canadá, para inspirarse y confeccionar su sinuosa nueva obra, 'Chinook wind'. La muestra este viernes en el arranque del festival Altaveu, en Sant Boi (Can Massallera, 21.15 horas), en un formato inédito, arropada por el Quartet Brossa, Pau Valls (trompa) y Pep Mula (batería). Y el día 14 abrirá el Mercat de Música Viva de Vic.

'Chinook' es el nombre de un grupo étnico amerindio, en el Canadá profundo. Sí, y de unos vientos muy cálidos que bajan de las montañas y pueden fundir la nieve en cuestión de horas. La temperatura puede llegar a subir de golpe hasta 50 grados.

¿Asocia ese viento a un cambio brusco de estado vital? Lo asocio a mi vida en estos últimos años: un revés después de otro y el contraste entre el frío y la calidez que he encontrado en la música y en otras experiencias.

¿Qué cosas malas le han pasado? Me llevé una desilusión con mi mánager, lo dejé con mi banda, murieron amigos y familiares… Todo se juntó. Pero luego llegó Macedonia.

"Diría que el banjo es mi instrumento preferido. Es un palo con cuerda; humilde, lo que ves es lo que hay"

La tierra de su padre, a la que ha viajado estos últimos años. ¿Ha terminado influyendo en el disco? Creo que sí, no tanto de una manera formal, pero sí que hay un fondo que está presente. La experiencia me trajo una tranquilidad especial, un aplomo.

Hay guiños a la música de raíz: ese banjo. ¡Me encanta el banjo! Diría que es mi instrumento preferido. Es un palo con cuerda; humilde, lo que ves es lo que hay. Y el sonido es tan pobrecito que me enternece.

Algo así le ocurre con la música macedonia. Hace un par de años nos destacó que era "como folk irlandés sin medios". ¡Es verdad! [ríe] Me interesan las melodías humildes, sin ostentaciones armónicas. Durante un tiempo no me gustaba mi voz porque me parecía que la controlaba demasiado. Creo que en el fondo soy una artista de folk, aunque no se note demasiado.

En 'Bulldog' podría haber un 'riff' de guitarra pero en cambio es el banjo el que acompaña la canción. ¿Quería huir de los clichés rockeros? Buscaba huir de los sonidos que tenía trillados. Y del ensayo nocturno en el local, la luz de neón, los cables enredados, el olor a porro rancio, el tocar a las dos la madrugada… Me gustó la idea de ensayar en un salón. Aunque acabé grabando en un estudio de Bristol que es un sótano. Me mató cuando lo vi.

Cuando una propuesta funciona, la tendencia es repetirla. No es su caso. Podría repetir algo una vez, pero el peaje que pago, en cuanto a ganas de seguir haciendo música, es muy alto. Si hago algo por una razón que no tenga que ver con el proceso creativo, se vuelve en mi contra.

"Nunca hasta ahora me había preocupado de mis raíces. Cuando los tiempos son peores la raíz te ayuda a sentirte protegido"

Quiere hacer las cosas de un modo que le permita seguir teniendo ganas de hacerlas. Sí, que siga siendo juego, aprendizaje… No es fácil pero ahí está el sentido, para mí, de hacer música.

Ha recuperado a John Parish seis años después de trabajar con él en 'Maika Makovski'. ¿Ha llevado más lejos sus canciones? Si lo hubiera producido yo, habría obtenido otro resultado. Pero como todo había cambiado tanto necesitaba a alguien en quien pudiera confiar: un ancla, alguien familiar. Y bueno, ¡es el puto John Parish!

Bristol, Macedonia, Canadá… Un disco con aire itinerante. Es el reflejo de mi actual falta de hogar. Es un disco de búsqueda de algo sólido. Nunca hasta ahora me había preocupado de mis raíces. Quizá cuando los tiempos son peores la raíz te ayuda a sentirte protegido.

¿Ya no vive en Barcelona? ¡No tengo casa! [ríe] A final de mes la dejo y aún no sé adónde iré. Mi 'management' está en Madrid y quizá acabe pasando allí un tiempo, aunque no sé si puedo vivir en una ciudad. Ya veremos. ¡Algo tendré que hacer con el sofá!

Altaveu, de la canción al pop en 15 actuaciones

El sábado, este espacio acogerá a Coque Malla, que mostrará 'El último hombre en la tierra', mientras que por el Ateneu Santboià pasarán Quimi Portet y los samboyanos Trau y Coet, y por Cal Ninyo, Marlango y el pop electrónico de Marion Harper. El Altaveu ofrecerá en distintos escenarios a los ganadores del concurso de nuevos valores Altaveu Frontera: White Hounds, David Txes, Ice Crime y Land of Coconuts.

Temas

Música