'Gernika' intenta fusionar la épica con el intimismo, la historia con la ficción, el melodrama con la intriga, la acción con la reflexión. Ambiciosa, lo es. Pero también fallida. Históricamente está repleta de inexactitudes: las checas comunistas en Gernika en 1937 son una invención, así como la idea de una república dirigida por comunistas soviéticos. Visualmente tiene momentos logrados y otros que, siendo los más esperados en el conflicto dramático que presenta el relato -el bombardeo franquista a la localidad vasca-, no están a la altura de lo esperado.

Pero si algo falla es su guion, tanto el planteamiento general como el desarrollo y aquellos pequeños detalles que ayudan o no a mantener el interés de la trama. El personaje del periodista estadounidense, tan idealista como escéptico, acaba siendo un cliché por mucho que pueda parecer la mediación democrática entre el fanatismo fascista y el comunista. Los dos personajes femeninos navegan igualmente entre dos aguas.

'Gernika' es así un filme equivocado que no funciona como relato didáctico ni en su trasfondo épico, tampoco resulta creíble, tenso -estamos hablando de los días previos a una de las grandes masacres de la guerra civil española- ni dramático. Muy distinto al anterior largometraje de Koldo Serra, el 'thriller' rural 'Bosque en sombras'.