Lluís Carbó, uno de los no-actores habituales en las películas de Albert Serra, ha muerto este lunes a los 83 años. Carbó debutó en el cine con 'Crespià', en el 2003, pero se dio a conocer tres años después interpretando a Don Quijote en 'Honor de cavalleria', la película que se presentó en el festival de Cannes y consagró internacionalmente a Serra. En ese filme, el director de Banyoles emparejó a Lluís Carbó con otro actor no profesional, Lluís Serrat, que hizo el papel de Sancho Panza. Ambos acabaron ganando ex-aequo el premio de interpretación masculina en los festivales de Turín y Belfort.
Convertido en un fijo de la 'troupe' de Serra, Carbó fue también uno de los tres Reyes Magos de 'El cant dels ocells' (2008) e interpretó a un bibliotecario en 'Història de la meva mort' (2013). También tuvo un papel en 'Els noms de Crist' (2010), en 'El senyor ha fet en mi meravelles' (2011) y en 'Singularity', la megainstalación audiovisual de 13 horas que llenó el pabellón catalán en la última Bienal de Arte de Venecia, en el 2015, y en la cual Carbó interpreta al propietario homosexual de una mina de oro que compra un esclavo (Lluís Serrat), se casa con él y ambos acaban adoptando un niño.
Como Serra, Gigi (así le llamaban sus amigos), era de Banyoles y empezó su relación con el director en la cancha de tenis, donde era su profesor. "Él [Carbó] me influyó y me reafirmó en la idea de que la diversión, el aspecto lúdico y subversivo, podía y debía estar en el corazón de nuestra metodología", señaló ayer Albert Serra en un comunicado. "Después yo eso lo he combinado con la ambición estética y el rigor en la manera más natural, y de ahí el resultado tan especial, pero se puede decir que en la base estaba él y todo lo que su actitud representaba".