'Mascotas' le copia la premisa a 'Toy Story' -aunque usando animales de compañía en lugar de juguetes-, pero a diferencia de ese modelo no es capaz de dotar ni a sus personajes ni a su historia de rasgo distintivo alguno. En esencia, es poco más que una larguísima y ruidosa persecución repleta de fallidos golpes de humor y aderezada de viscoso sentimentalismo. Aparentemente desesperados por ofrecer estímulos constantes a su joven audiencia, los directores Yarrow Cheney y Chris Renaud embuten la pantalla de bichos entregados al 'slapstick' facilón con la esperanza de que escondan las carencias narrativas. No lo logran.