Santana, el chamán en Cap Roig

El guitarrista méxicano-estadounidense trae al festival su mística afrolatina tras 13 años sin actuar en Catalunya

Carlos Santana / Bela Szandelszky

La guitarra de Carlos Santana ha dialogado con las raíces afrolatinas, con la espiritualidad y con el ‘hit’, y se espera que todos sus colores y formas confluyan en el recital que ofrecerá este sábado en el Festival de Cap Roig (22.00 horas), 13 años después de su última visita a un escenario catalán. Vuelve el músico mexicano-estadounidense tras viajar a los orígenes en su última obra, ‘Santana IV’, publicada el pasado abril.

El suyo fue el primer concierto del que se agotaron las entradas este año en Cap Roig, síntoma de las adhesiones que sigue despertando su estilismo guitarrístico, destapado en el Festival de Woodstock en 1969 y que en los años 70 se convirtió en alternativa de tintes latinos al ‘star system’ del rock y la entonces boyante fusión con el jazz. ‘Santana IV’ apunta a la alquimia de sus primeros tiempos: toma el relevo de aquel ‘Santana III’ que, en 1971, llevó al gran público norteamericano su versión del rock con mística selvática y ritmos tropicales. Un imaginario que se anotó adaptaciones de ‘Black magic woman’ (Peter Green) y Tito Puente (‘Oye cómo va’).

BANDA ESTABLE

Si bien en el nuevo disco, Carlos Santana ha reunido a los músicos que le arroparon en aquella época, el guitarrista Neal Schon, el cantante-teclista Greg Rolie (estos dos destacaron años después en el grupo, estrella del AOR, Journey), el batería Michael Schrieve y el percusionista Michael Carabello, en la gira no ha sido posible contar con ellos. Así, Santana, la banda, recalará en Cap Roig con su alineación habitual, un octeto que incluye al cantante Andy Vargas, al bajista Benny Rietveld (que giró con Miles Davis en sus últimos tiempos) y a la batería, esposa del guitarrista, Cindy Blackman (que fue integrante de la banda de Lenny Kravitz).

Santana parece volver al punto de partida, a la música exuberante con acentos ‘afro’, poco pautada para el formato de ‘single’, cerrando, quizá, un círculo que en su dilatado recorrido ha transitado etapas de gran proyección comercial. En particular, en los años 70 (el álbum ‘Amigos’, de 1976, que incluía la balada ‘Europa’, fue otro punto álgido) y, de nuevo, a finales de los 90, cuando ‘Supernatural’ le coronó como gurú del ‘crossover’ latino. Ahí buscó alianzas estratégicas en Rob Thomas, de Matchbox 20 (‘Smooth’), Wyclef Jean (‘Maria Maria’) y Maná (‘Corazón espinado’), un rumbo que condujo a otro disco de éxito, ‘Shaman’ (2002).

DESDE LOS AÑOS 70

Fue entonces cuando le pudimos ver por última vez, en el 2003, en un Sant Jordi que ya había llenado tres años antes. Su currículo en nuestros escenarios es denso: debutó en el Palau d’Esports en 1973, pasó por la Monumental en 1977 (con Paco de Lucía como invitado y ‘jam’ conjunta como propina) y de nuevo en 1980 (con Larry Coryell y Diego Cortés), compartió tablas con Bob Dylan en 1984 en el Miniestadi del F. C. Barcelona... Acaba de cumplir 69 años y sigue tomándose sus compromisos públicos con aparente implicación: se prevé que su recital en Cap Roig pueda alcanzar las dos horas y media.

El proyecto: Supernova, banda 'all stars'

Santana anunció este proyecto hace casi un año, implicando también a su esposa, la percusionista Cindy Blackman, y a una quinta pieza, un virtuoso de la guitarra, John McLaughlin. El autor de ‘Samba pa ti’ señaló a la revista estadounidense ‘Billboard’ que la reunión le proporcionaría un placer equiparable al de compartir música con Albert Einstein y Stephen Hawking. Tras algunos retrasos, el grupo está en disposición de ponerse en marcha en los próximos meses.