Ken Liu: cuando la Tierra Media es China

Entrevista al autor de la sorprendente 'La gracia de los reyes' aplica la historia antigua de su país a la fantasía épica

Ken Liu. / LISA TANG LIU

Más o menos maquillados, la fantasía épica en su versión tolkieniana siempre acaba reciclando motivos de la historia y mitología occidental: los imperios caídos son Roma, los juegos de tronos son la guerra de las Rosas o la de los Cien Años, los marineros saqueadores son vikingos, las mitologías son nórdicas o grecolatinas... Pero un joven autor sino-americano, Ken Liu, acaba de recordar que el milenario Imperio del Centro también se puede convertir en una Tierra Media. Que la historia y la épica tradicionales chinas pueden alimentar también, y con resultados espectaculares, un género como la fantasía épica. De Ken Liu se acaba de publicar en España 'La gracia de los reyes' (Alianza, colección Runas). En la primera parte de la trilogía 'La dinastía del diente de León', un tirano acaba de unificar un inmenso archipiélago con siete reinos combatientes. Un pícaro adicto a la buena vida y el último superviviente de un clan guerrero exterminado cuando su isla fue conquistada acaban liderando una revuelta, repleta de tradiciones, íntrigas, campañas militares y peripecias semifantásticas, y uno de ellos será el fundador de una nueva dinastía.

"Escribo con y al mismo tiempo contra la tradición de la fantasía épica iniciada por Tolkien infundiéndole una estética inspirada en el Asia oriental que incluye, extiende y desafía los tropos histórico fantásticos que asumimos que tienen orígenes en la europa medieval o Asia", responde a través del correo electrónico Ken Liu, creador con este libro de la versión oriental del 'steam punk', que él mismo ha bautizado como 'silk punk'.

La historia de 'La gracia de los reyes', precisa el novelista, "es una reinvención de las leyendas históricas que rodean el ascenso de la dinastía Han [la segunda gran dinastía histórica china, creada en el siglo II a. c. tras la caída del primer imperio Qin] en un mundo de política e intrigas, de amor puro y corrupto, de rebeldía contra la tiranía y de traición a los propios ideales, de amistades forjadas y desgarradas por la guerra y el mando".

En ese mundo, en lugar de las tecnologías imaginarias en la época victoriana que caracterizan el subgénero del 'steam punk', Ken Liu ha creado su 'silk punk', con globos guiados por remos de plumas: "Hay aeronaves de bambú y submarinos inspirados en la biomecánica, cometas de combate, fantásticas criaturas de las profundidades... El libro construye una nueva estética, que comparte con el 'steam punk' la fascinación por las vías tecnológicas que nunca se emprendieron pero se distingue por un estilo visual inspirado en los grabados chinos y en materiales con significación histórica en el Asia oriental, como la seda, el bambú, los tendones de búfalo, el papel, los pinceles..." 

En la narrativa de Ken Liu también hay un panteón familiar de dioses enfrentados entre sí, que aparecen sigilosamente para apadrinar a humanos y utilizarlos como peones en la partida que ellos juegan en las alturas. Parece que el autor también ha asumido, con estos "dioses vanidosos y celosos", elementos de Homero o Virgilio. "Quise integrar desde la tradición épica china, como el 'Romance de los Tres Reinos', a tradiciones occidentales como 'Beowulf' o 'La Eneida'", responde Liu. 

¿Puede ser un problema que un lector occidental no reconozca la cantidad de referencias que hay a la historia y leyendas chinas? "¿Conocen todos los lectores la 'Eneida', y 'Beowulf', y 'Enrique V', y 'El paraíso perdido' de Milton o 'Los registros del gran historiador' de Sima Qian? Todos estos libros me han inspirado, ¿pero es necesario conocerlos para juzgar mi libro?", responde el novelista nacido en 1976 en China y emigrado a EEUU con 11 años. La respuesta implícita es que no. "El libro que el autor escribe no es el mismo que el lector lee; de hecho, cada lector lee un libro distinto", concluye.

La ciencia ficción también viene de China

Ken Liu no es solo escritor de novelas y cuentos, sino también traductor. Por ejemplo, del rey de la ciencia ficción china, Liu Cixi, que con ‘El problema de los tres cuerpos’, ganador del premio Hugo del 2015, ha deslumbrado a los lectores de EEUU. “Es la primera parte de una trilogía -explica Ken Liu- que explica una historia que se desarrolla a lo largo de eones e implica a miles de millones de personas: describe la historia de la historia de amor de la humanidad con las estrellas. Este primer volumen empieza en los tumultuosos años de la Revolución Cultural, cuando los militares chinos desarrollan un proyecto secreto para lograr contactos extraterrestres. Es una serie maravillosa”.

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