El aniversario

40 años al servicio del pueblo

Del 1 al 31 de julio, la próxima edición del Festival Grec ofrecerá un total de 141 propuestas. Habrá 48 espectáculos de teatro, 47 de música, 16 de danza y 8 de circo, entre otros.

grec1

En 1976, las manifestaciones por las calles de Barcelona pedían a gritos que las instituciones públicas se implicaran en el desarrollo de una cultura plenamente democrática, al tiempo que solicitaban un cambio radical en tiempos difíciles y convulsos. Fue el caldo de cultivo en el que nació el festival Grec, como una iniciativa autogestionada, en cuyas primeras pancartas podían leerse consignas a favor de la libertad y de “un teatro al servicio del pueblo”.

Este año el festival se enorgullece de celebrar su edición número 40. Un aniversario que servirá para revisar todo el trabajo realizado hasta el momento. Y es que, durante estas cuatro décadas, el Grec se ha convertido en un evento contemporáneo, destinado al disfrute de los asistentes, pero también a la comprensión del presente, mediante la interpelación al espectador: se le presentan dudas, conflictos e inquietudes, se muestran sus sombras y se sacan a relucir sus virtudes; y se le obsequia con nuevas formas de expresión, que le ayudarán a conocer otros puntos de vista. Así, el Grec pone el arte al servicio de los ciudadanos; a veces de forma alegre y amable; otras, con un tono menos complaciente, o incluso cruel. Bajo esta fórmula, el festival se ha consolidado como un referente de las artes escénicas en el sur de Europa, proyectando mundialmente la imagen de Barcelona y sus creadores.

Este año el festival ofrecerá un total de 141 propuestas, entre el 1 y el 31 de julio. Serán un total de 48 espectáculos de teatro, 47 de música, 16 de danza y 8 de circo, a los que hay que sumar una extensa oferta de actividades paralelas, dirigidas tanto a los profesionales como al público general.

TRES EJES

Atravesando transversalmente dicho programa –y otorgándole coherencia–, destacan tres conceptos, según explica Ramon Simó, director del festival: “En primer lugar, el conflicto, seguido por la feminidad y el tema del género; y, por último, la hibridación de géneros formales”. 

Y es que, el Grec 2016 se muestra más abierto que nunca a acoger espectáculos difícilmente clasificables, que mezclan artes plásticas y circo; imagen y técnicas dramáticas; teatro y ciencia (por ejemplo, cuando los protagonistas son máquinas); o propuestas que establecen una relación poco habitual entre el espectador y la representación.

El espectáculo inaugural

Un aniversario como este exigía un pistoletazo de salida ensordecedor. Y así ha sido. Del 1 al 5 de julio el Teatre Grec acogerá una nueva versión de  Les bruixes de Salem, de Arthur Miller, según la traducción realizada por Eduardo Mendoza. La obra del dramaturgo –uno de los grandes del siglo XX– recuerda uno de los episodios más turbios de los Estados Unidos: el sucedido en Salem (Massachusetts) en 1642, cuando esta pequeña comunidad rural, con unas normas religiosas y de conducta especialmente estrictas, fue sacudida por un rumor. La sospecha de la existencia de brujas en el pueblo –junto a los duros enfrentamientos entre colonos por la posesión de tierras– acabó provocando la condena a muerte de cerca de 25 personas, la mayor parte de ellas mujeres. Un plantel de actores excepcional –encabezado por Lluís Homar– conforma el reparto.