No es tan frecuente en el cine actual que se cuide y se respete a los personajes que integran las historias. Algunos directores se sitúan por encima de sus seres y no consiguen que alcancen una verdadera entidad, que tengan alma y corazón. Vicente Villanueva tiene una mirada especial a la hora de acercarse a los pequeños o grandes drama que sufren, a sus miserias cotidianas, a sus frustraciones diarias.

Por eso, aunque 'Nacida para ganar' esté configurada a modo de farsa disparatada y de comedia loca de aliento 'kistch' con un punto 'trash' en torno a la sociedad de consumo, en realidad sus fotogramas revelan un sentido mucho más amargo de la vida. Desprende soledad, indefensión, rabia y en el fondo también inocencia. La de una chica de barrio (portentosa Alexandra Jiménez) que niega su propia identidad y necesita, aunque no lo sepa, reivindicarse así misma. Por el camino se verá inmersa en una vorágine de tentaciones, se encontrará con farsantes y buscavidas (Cristina Castaño, auténtica revelación y una Victoria Abril autoparódica) que intentarán vaciarla de sentimientos y cargarla de ambición. Porque lo que importa es la fama, el dinero, el éxito profesional y personal, ¿no? Nacida para ganar es una afilada fábula costumbrista en torno a oquedad de nuestro tiempo. Corrosiva, cruel, pero en el fondo llena de verdad, sentimiento y sobre todo, dignidad moral.