En el 2003, Andrea Fraser (Montana, EEUU, 1965) encargó al marchante Friedrich Petzel que le buscara a un coleccionista dispuesto a participar en uno de sus proyectos artísticos: mantener relaciones sexuales con ella y adquirir anticipadamente la primera edición de la grabación de tan íntimo acto. Petzel encontró a un coleccionista con ganas de colaborar tanto física como económicamente. De manera que la primera copia de la obra, que no tiene título, forma parte de los fondos del sujeto; mientras que otra edición se exhibe integra en la exposición 'L’1%, c’est moi' la retrospectiva, la primera en España, que el Macba le dedica, hasta el 4 de septiembre, a la artista norteamericana, una figura de su generación y un referente del trabajo sobre la crítica institucional.
La obra no es gratuita sino que "es una metáfora, quizá demasiado directa, de la relación ambivalente que se establece entre el coleccionista y el artista, una relación tan necesaria como conflictiva", explica Hiuwai Chuc, comisaria de la muestra junto con Cuauhtémoc Medina. Y es también "una metáfora del arte como prostitución", tercia Fraser que afirma que no se sintió "explotada" por el coleccionista porque ella también "lo estaba explotando a él". La pieza es la más chocante pero es solo una más de la treintena de obras que reúne la exposición (instalaciones, vídeos, textos y carteles) en las que la creadora examina las motivaciones, ambiciones y roles de todos los agentes del sector: artistas, coleccionistas, galeristas, mecenas, críticos... Nadie sale indemne de su crítica mirada.
REVOLUCIONARIA Y MECENAS
Los museos instruyen y establecen valores, así que Fraser se sirve de sus herramientas para ponerlo en evidencia: en 'Still from little Frank and his carp' sigue al pie de la letra las instrucciones de la audioguía del Guggenheim de Bilbao; los mecenas son los que reciben en la 'performance' 'Official Welcome', en la que la artista representa todos los personajes presentes en la inauguración de acto artístico. Las implicaciones emocionales y políticas en la realización artística son el objeto de estudio de 'Soldadera', el vídeo en el que la creadora interpreta el doble papel de campesina revolucionaria mexicana y de mecenas norteamericana que conspira contra las ideas comunistas de la vanguardia mexicana.
El arte como producto de turismo y consumo también está presente en las obras de Fraser como lo está el mercado del arte y su vinculación con la desigualdad económica. El 1% al que se refiere el título de la exposición y de la pieza que la cierra obedece a una perversa realidad: "El precio del arte no sube cuando la sociedad en su conjunto se hace más rica sino solamente cuando aumenta la desigualdad entre las rentas", afirma Fraser en el ensayo-catálogo de la muestra en el que aclara también que "el incremento del 1% en la porción de renta total ganada por el 0,1% de población con más poder adquisitivo supone el incremento del 14% de los precios del arte".