Al rescate de 'El violinista' de Gargallo

Els Amics del Museu Nacional ponen en marcha una campaña de micromecenazgo para restaurar la escultura muy deteriorada por la corrosión

El violinista, la escultura de madera y plomo realizada por Pablo Gargallo en 1920.

Lo que empezó siendo un bulto en la pierna derecha ha acabado siendo un grave problema de corrosión que pone en peligro 'El violinista' de Pablo Gargallo, la única escultura realizada por el artista con madera y plomo. Y eso, la conjunción del plomo con la madera, es precisamente el problema. Los dos materiales juntos reaccionan de manera que sobre el metal se forma una costra de carbonato mortal para le pieza. Si no se interviene rápidamente, la obra "se acabará perdiendo inexorablemente", afirma Mireia Mestre, conservadora del MNAC, museo que la tiene en custodia desde 1920, año en que el escultor la realizó, y año en que la Junta de Museus la adquirió.

46.000 EUROS COMO OBJETIVO

Y posiblemente también el año en que la pieza cayó o sufrió algún tipo de percance. Pues la corrosión no es el único de sus problemas, padece además alguna deformación,  en la falda del músico y en una de sus manos, fruto de un fuerte golpe. Con todo ello, se antoja más que necesario comenzar un proceso de profunda restauración, pero el tema no es fácil, ni barato, de ahí que Els Amics del Museu Nacional hayan puesto en marcha una campaña de micromecenzago. El objetivo es recaudar los 46.000 euros que cuesta la compleja intervención con aportaciones que se podrán hacer, hasta el 30 de junio, a través de la página web de los promotores, en el mostrador de entrada del museo o anónimamente en una urna instalada también en la pinacoteca. Con el mismo proceso, el MNAC consiguió, en el 2013, adquirir el dibujo 'La pregària' de Marià Fortuny valorado en 45.000 euros. 

'El violinista' es una obra importante de Gargallo, por eso formó parte de la colección permanente del museo hasta que se observaron los primeros síntomas de su mal estado, en el 2010. Desde entonces que se mantiene aislada en un entorno muy estable y seco para ralentizar su deterioro, y solo ha abandonado su cuidado hábitat para una exposición en el propio centro, en el 2012, donde se explicaba el funcionamiento del MNAC, y para ser estudiada, en el 2011, en las instalaciones del Instituto Paul Scherrer de Suiza. Entonces se obtuvieron 2.250 radiografías de la escultura, y se averiguó que el problema residía en su alma de madera y los compuestos orgánicos que esta emitía al entrar en contacto con el plomo.

ALMA DE MADERA O ALMA INERTE

Una vez conseguido el dinero, el proyecto pasa por escanear en 3D la escultura, tanto interior como exteriormente, para tener una reconstrucción virtual. A partir de aquí se crearán los moldes de las planchas de plomo sin las malformaciones actuales. Esos moldes servirán tanto para corregirlas como para guardarlas durante todo el proceso de restauración sin que el plomo (material muy maleable) se vuelva a deformar. Además de actuar como soporte del baño de plasma frío que recibirán en el Institut Químic de Sarrià para estabilizarlas.   

Paralelamente se sacará el carbonato de las planchas y se estudiará si la madera ha dejado de emitir compuestos orgánicos, cosa factible, de ser así, las planchas de plomo se montarán de nuevo sobre su alma original, sino será necesario crearle un alma inerte, posiblemente de resina, para mantenerla con vida. 

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