ENTREVISTA

Elvis Perkins: "Que me pregunten tanto por mi padre es algo deprimente"

El cantautor folk-rock, hijo de Anthony Perkins, actúa este lunes en La 2 de Apolo para presentar 'I aubade'

El músico Elvis Perkins.

Además de hijo de Anthony Perkins, este Elvis es un cantautor folk-rock de talento indudable, como corrobora el reciente y psicodélico 'I aubade' (2014). Este lunes lo presenta en directo en La 2 de Apolo, a partir de las 21.30 horas.

–Su último álbum suena muy distinto a los anteriores, 'Ash Wednesday' (2007) y 'Elvis Perkins in Dearland' (2009). Es más psicodélico, ondulante, extraño…

–Para mí es importante no dejar de moverme. Y además, cada persona, cada organismo, inevitablemente, sufre una evolución. Este disco es producto de la experimentación… y también de algunos accidentes, he de decir. En realidad no tenía pensado hacer un disco cargado de efectos, pero durante la creación acabé instalado en una casa móvil que recogía muchas ondas de radio y sonidos extraños.

–En esta ocasión, parece dar curso a sus impulsos más inconscientes.

–Sí, tenía la necesidad de hacer un disco que fuera así, menos controlado que los otros.

–En apariencia, la palabra 'aubade', que usa en el título del disco, se refiere a una canción de amor matutina. Ese momento de la mañana en que no estás despierto del todo parece el mejor para escuchar esta música.

–Ah, eso me parece buena idea. De todos modos, en cuanto a la palabra 'aubade'… Yo no quería que fuesen canciones de amor. Quería que fuesen canciones sobre la evolución, el cambio o la transformación. Creo que tenía cierto sentido usar la palabra 'aubade' en el título, pero no tiene nada que ver con un chico cantando a una chica que mira desde el balcón.

–Grabó el disco 'on the road', mientras acompañaba a una amiga en un viaje.

–Sí y no. Grabé mucho en mi casa en Nueva York. Y después, en cierto punto, surgió la posibilidad de ese viaje… Para mí lo esencial era salir del pensamiento de grabar en un estudio, así que cogí todas mis cosas y me fui a este viaje en el que acabé metido en una casa móvil. Capturaba toda clase de cosas de las ondas y después las unía a la música.

–Pudimos ver la primera película de su hermano Osgood, 'February', en el último festival de Sitges. Usted compuso la banda sonora, que es terrorífica.

–No tenía ni idea de lo que estaba haciendo. Fue un proceso complicado, con mucho estrés, y terrorífico [risas]. Cuando haces música para una película, estás viendo la película todo el tiempo; y esta película es muy oscura. Ver cómo matan a gente una y otra vez… No puedes evitar sufrir un poco. Así que mi malestar se pegó a las vibraciones sónicas. Al final quedó bien.

–Diría, dígame si me equivoco, que Bernard Herrmann fue una influencia.

–Pues la verdad es que sí. Descargué la banda sonora de 'Psicosis' y la tuve flotando en mi cabeza un tiempo. Pensaba cómo sería si la ralentizara, o cómo sonaría al revés. De algún modo conecté con la película de mi padre.

–¿Le preguntan mucho por su padre en las entrevistas?

–Oh, sí. Todo el tiempo. Entiendo que lo hagan, pero también es algo deprimente. Entiendo por qué lo hacen, pero no creo que esa información ayude al oyente; es una distracción, una interferencia.

Temas

Música