En noviembre Miguel Bosé presentaba su nuevo álbum de estudio, Amo, en el que volvía a sumergirnos en su universo camaleónico a través de  canciones en clave electropop e impregnadas de un misticismo épico. Ahora es el momento de presentarlas en directo, y para ello el cantante ha orquestado una gira que desembarca hoy en Cap Roig.

-¿Qué nos vamos a encontrar en este show y en torno a qué conceptos ha articulado la gira?-SEnDAmo Tour es la ilustración en directo de Amo. No tenía canciones originales desde hacía cinco años, desde que publiqué Cardio. Y esto es importante porque he reactualizado, con este nuevo material, mi pensamiento literario, musical y emocional. En suma, el sonido Bosé. Y todas estas nuevas pulsiones tenían que estar presentes en la gira, porque son temas que hablan mucho de mi mundo actual.

-¿Cómo fue el proceso de elaboración del espectáculo?

-Siempre ha dedicado mucha atención a los detalles de las giras.-Cuando empecé desarrollé por un lado mi carrera discográfica y por otro, el directo. Para mí siempre ha sido el momento que más he disfrutado. Porque ya has pasado por las penurias, las dudas y las miserias de la creación artística, la producción y la promoción. Y se convierte en un momento liberador, placentero.

-SEnDVisualmente es un montaje muy espectacular y con mucha tecnología.-Es una puesta en escena poderosísima, muy potente, va más allá del concierto; no se parece a un concierto al uso. Está la escultura, el cine, el musical, la ingeniería. Un minucioso trabajo de relojería técnica y artística.

-¿Cree que es cada vez más difícil sorprender al público?-A mi nivel, no. Me consta que solo con mi repertorio, con un foco y con un piano, llenaría estadios. Esto es así. Tengo una carrera plagada de grandes éxitos, lo cual es una ventaja. Lo que quiere la gente es escuchar las canciones, y si encima lo aderezas con un espectáculo apetecible, pues lo va a agradecer. A estas alturas, lo hago porque creo que hay que ser muy generoso. Pero con que cantara mis grandes éxitos, ya bastaría.

-En esta gira presenta las canciones de Amo, pero también repasa temas antiguos.-Correcto. Hago seis canciones de Amo, y el resto son grandes éxitos. Hay canciones que son obligatorias, si no, el público se enfurece.

-En estos tiempos de crisis en los que cuesta más esfuerzo sacar adelante una gira, ¿a qué retos se ha enfrentado a la hora de poner en marcha esta maquinaria?-Todos tenemos las mismas dificultades. El mercado es lo que es; obviamente juego con la ventaja de que tengo una carrera larga, soy un artista consolidado y no tengo que pelear por un espacio, como los nuevos intérpretes, que lo tienen más difícil.

-En Amo hay una canción en la que critica  la situación de la industria musical y la cultural en España.-No he sido crítico. He constatado. Lo que hay es lo que ves. La industria es inexistente, carente de audacia, de recursos.

-Siempre me ha gustado participar en la creación del show con los diferentes equipos con los que cuento, y dispongo de mucha antelación para poder fabricar las ideas que luego se plasmarán en el escenario. Tenemos la mejor tecnología, y eso es una golosina, pero es necesario darle forma, organizarla y estructurar todos los elementos.