Los esfuerzos que un padre y su hijo tetrapléjico llevan a cabo para competir en una prueba de triatlón son la excusa argumental de este melodrama que no solo resulta unidimensional y formulario en su narrativa y obvio en su conclusión. También trivializa un asunto muy serio -cómo los padres lidian a diario con sus hijos discapacitados-, y de hecho el director Nils Tavernier -hijo de Bertrand- acaba usando la minusvalía como mera excusa para ofrecernos una versión de Rocky orquestada y coreografiada exclusiva-
mente para que las lágrimas flu-
yan. NANDO SALVÀ
Nils Tavernier