Mientras relata la batalla legal por la custodia de una niña entre su abuelo blanco y su abuela negra, esta película finge equilibrio dramático -véase su título- pero su perspectiva está obviamente alineada solo con una de las partes -quizá porque la interpreta Kevin Costner-. Cuando no se acomoda en el melodrama estridente, el director Mike Binder recurre a la comedia blanda, y con demasiada frecuencia los actores parecen luchar con diálogos y situaciones concebidos en pos del conflicto maniqueo y puestos al servicio de un gran discurso final sobre la raza que Costner -quién, si no- pronuncia en una sala de gente negra. N. S.

Mike Binder