CRISIS EN LAS EMPRESAS DE CINE Y TELE

Fundido a negro del audiovisual

La sentencia del Supremo, que anula el recorte de sueldos en la CCMA, ha provocado la drástica suspensión

La productoras catalanas están al borde del colapso tras congelar TV-3 la aprobación de todos los proyectos

Video Proa manifest / periodico

La producción audiovisual de Catalunya está al borde del colapso. Todas las películas, telefilmes, documentales, programas y series de televisión catalanas pueden dejar de producirse, con lo que eso significaría, tanto para el tejido industrial del país, como para el servicio que dan al ciudadano empresas como TV-3, que dejarían de emitir series propias de gran éxito. Con esta contundencia y claridad anunció el miércoles Raimon Masllorens, presidente de la federación de productoras de Catalunya (Proa), la dramática situación que vive el sector.

Masllorens, al frente de un nutrido grupo de representantes de las productoras catalanas, presentó en el Col·legi de Periodistes de Barcelona un manifiesto en defensa de la producción audiovisual independiente de Catalunya, un documento que  denuncia la situación agónica que vive el sector y que pide públicamente a los partidos políticos «que demuestren su compromiso inequívoco con el audiovisual catalán a través de un pacto transversal».

AÑOS DE CRISIS / De hecho, la producción audiovisual independiente ya sufre desde hace varios años los recortes provocados por  la crisis económica, pero la gota que les ha llevado a la agonía ha llegado ahora: la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) ha anunciado la suspensión de la firma de absolutamente todos los nuevos contratos y nuevos proyectos de coproducción. Con esta decisión «el sector se ve abocado a un paro técnico sin prededentes», afirma el manifiesto de Proa.

La razón por la cual la CCMA ha tomado la drástica decisión de congelar todos los nuevos proyectos está en una sentencia del Tribunal Supremo del pasado mes de febrero, por la cual considera nulo el recorte del 5% de los sueldos de los trabajadores de Catalunya Ràdio en los últimos dos años. Así, la corporación debe devolver cerca de dos millones de euros. Este desembolso, unido al que seguramente tendrán que hacer por  el mismo motivo a la plantilla de Televisió de Catalunya -su cálculo es de un total de 41 millones de euros hasta el 2018- ha provocado que la dirección de la CCMA haya anunciado la necesidad de recortar en otras partidas para hacer frente a estos pagos. Y esas partidas son las producciones que están en trámite.

LA MISMA SOLUCIÓN / «Cada vez que hay un problema económico, la solución es siempre la misma: recortar en producción», explicaba ayer Masllorens, quien recordaba que desde el 2010 han sufrido cerca de un 60% de reducciones presupuestarias en sus proyectos para Televisió de Catalunya (programas, series, telefilmes documentales, animación...). Un reducción muy superior a la que se ha hecho en el capítulo de personal interno y de estructura de la CCMA, tal como apunta le manifiesto de Proa. «No vamos contra nadie -puntualizó Masllorens-, pero creemos que es injusto que siempre todos los recortes perjudiquen a los mismos».

El presidente de Proa afirma que  hay un diálogo fluido con la dirección de TV-3 para intentar desbloquear la situación. Incluso se han reunido con representantes del Govern para buscar una solución de urgencia. «Es un relación correcta y no tenemos problemas para reunirnos -insiste Masllorens-. Nos dicen que están intentando buscar una solución en breve. Pero esta no llega y la situación ya es insostenible,  por lo que podemos encontrarnos en que, en no mucho tiempo, la parrilla de TV-3 empiece a sufrir las consecuencias de esta situación, con la desaparición de algunos de los programas más populares y exitosos de Catalunya».

Para Masllorens, que la parrilla de TV-3 sufra las consecuencias de esta crisis es perjudicar al propietario real de la televisión pública, «que es el ciudadano, que debe recibir un buen servicio... Y cada vez se le da menos». Y junto al servicio público, está la obligación que tiene la CCMA de ser el motor del audiovisual, «y que es un mandato del Parlament».

«Hace dos años había en Catalunya unas 200 productoras audiovisuales y ahora somos 115, que damos empleo directo a 12.000 profesionales, e indirecto a unas 30.000 -enumeró Masllorens-. No se puede permitir que se pierda un tipo de empresa que da la mejor imagen de este país, con un gran prestigio internacional, y que es una parte importante de su cultura».

La solución, al margen de descongelar los proyectos que TVC tiene sobre la mesa, está en plantear un nuevo modelo de producción de la televisión pública, «como ya existen en Europa, y que funcionan con éxito», apuntó el presidente de Proa, y cuyas líneas básicas ya se dejan entrever en el manifiesto presentado ayer: «Un pacto estratégico para garantizar el futuro de la CCMA, que establezca un máximo en los gastos de personal y un mínimo indispensable en la producción de contenidos».

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