Imágenes a cualquier precio

Jake Gyllenhaal, escarbando en el drama ajeno, en una imagen de ’Nightcrawler’. /

El protagonista de Nightcrawler recuerda un poco, al inicio del relato, al célebre cronista fotográfico de sucesos de los años 30 y 40, Weegee, quien estaba conectado a la frecuencia de radio de la policía y llegaba antes que nadie al escenario de un accidente, robo o asesinato para inmortalizarlo en placa fotográfica.

El tiempo ha cambiado, la moralidad es otra y el personaje encarnado por Jake Gyllenhaal, en su línea inquietante y perturbadora habitual, filma accidentes y muertes con una cámara digital, vendiendo después la filmación al mejor postor. El recuerdo de Weegee se desvanece entonces inmediatamente: Nightcrawler es una película en torno a los límites de la ética más que sobre la nueva crónica de sucesos, un relato oscuro sobre la ambición, la manipulación y el comercio de imágenes sensacionalistas perpetrado por alguien que carece de todo escrúpulo a la vez que busca su lugar, bien retribuido, en el mundo.

Gyllenhall aguanta casi todo el peso de la historia: introvertido pero a la vez calculador, sin formación de ningún tipo, capaz de todo para obtener un trabajo y, una vez lo ha conseguido, escalar posiciones sin importarle a quien sacrifica en el proceso. Al filme le falta algo más de densidad psicológica, pero retrata bien este carácter arribista, símbolo y estigma de una sociedad violenta.

La película significa el debut tras la cámara de Dan Gilroy, hermano de Tony Gilroy --guionista de la serie Bourne y director de Michael Clayton-- y esposo de Rene Russo, actriz olvidada en los últimos tiempos que vuelve con un cometido significativo en Nightcrawler: sobre ella, jefa de redacción de una cadena de televisión sensacionalista, recae, más que en el protagonista, la conciencia difusa de lo que puede o debe mostrarse.

DRAMA CRIMINAL ****

Intérpretes: Jake Gyllenhaal, Rene Russo, Bill Paxton, Riz Ahmed, Ann Cusack, Kevin Rahm, Eric Lange, Kathleen York, Michael Hyatt • Título original: ‘Nightcrawler’ • Estados Unidos • 113 minutos