-Sus notas promocionales les presentan como «los niños de la guerra de los Balcanes», crecidos en los años 90. ¿Es importante tenerlo presente para entender a la banda?
-Brano Jakubovic: Intentamos no hablar propiamente de la guerra, podría ser patético, pero sí aprovechamos la experiencia para advertir a la gente de ciertos peligros.
-Vedran Mujagic: Recorremos toda Europa, de Portugal a Rusia, pasando por Francia, Escandinavia..., y vemos el auge de la extrema derecha, del nacionalismo...
-¿Nacionalismo?
-V. M.: Sí, me refiero al fascismo, al odio a los inmigrantes. Sabemos que en Catalunya hay ahora un movimiento por la independencia y que es pacífico y no tiene nada que ver.
-¿Están al corriente?
-B. J.: Sí, conocemos la historia. Sarajevo está hermanada con Barcelona, y recordamos que esta ciudad nos ayudó mucho en los tiempos de la guerra. Y tenemos contacto con varios grupos catalanes: La Pegatina, Che Sudaka y otros.
-La Pegatina colabora en una canción de su nuevo trabajo, Happy machine EP. ¿Cómo se conocieron?
-B. J.: Fue hace dos o tres años en el festival Sziget, de Budapest, donde compartimos escenario. Se nos estropeó un bajo y ellos nos prestaron el suyo. Nos hemos hecho amigos. Participarán en el disco que saldrá a principios del 2015, y nosotros colaboraremos en el suyo.
-Su experiencia podría haberles hecho escépticos ante la humanidad, y no parece que sea así.
-V. M.: Creemos en la humanidad, pero más en los individuos que en las multitudes. Nos gusta la comunicación directa con las personas.
-¿Cree que la gente espera de ustedes a una fanfarria balcánica?
-V. M.: A veces sí, creen que somos una banda de metales a lo Goran Bregovic y se topan con algo distinto. Pero nos gusta poder romper clichés con nuestra loca mezcla de géneros.
-Por cierto, ¿qué significa Dubioza?
-B. J.: Sospechoso, pero tiene otro sentido: que estás fastidiado, que tienes un problema. Es un estado mental, y un típico titular de diario: «El gobierno está dubioza…». Sí, una palabra con la que hemos crecido.