Eric Lavaine
De los personajes de Barbacoa de amigos podría decirse que son seres completamente odiosos de no ser porque no hay ni carne ni hueso en ellos, solo cliché y caricatura. En cualquier caso, sus rasgos -avaricia, misoginia, palurdismo- sirven también para caracterizar esta película hipócrita que pretende reírse de la clase media-alta cuando su razón de existir es precisamente celebrar los pecadillos e idiosincrasia de la burguesía cincuentona -no es tanto sobre ellos sino sobre todo para ellos-, ofreciéndoles un perezoso y complaciente espejo en el que reflejarse. N. S.