El extesorero de la Associació Orfeó Català en la etapa de Fèlix Millet aspira a arrebatar a Mariona Carulla el puesto de mando para devolver todo el poder de decisión al Orfeó. Lo que más le preocupa es aumentar la base social y dar cabida a las mejores voces de Catalunya.
-¿Cuál es su mejor baza para seducir a los socios votantes?
–Las actividades tanto musicales como sociales que organizaremos. Los socios tendrán más descuentos. Se mantendrá la programación actual y decidirán sobre su patrimonio y sobre cómo gastan el presupuesto.
–¿Qué descuentos aplicará?
–El 50% en la primera entrada, el 40% en la segunda y el 30% en la tercera. A partir de allí, el resto contaría con reducciones del 25% en los conciertos de producción externa. En ciclos propios, como Palau 100, el socio debería contar con un descuento del 50% respecto del precio de mercado. Lo mismo en todas las actividades organizadas desde el Palau.
–¿Qué cambios notará el público si sale elegido?
–El Palau se convertirá en un edificio vivo donde se realizarán actividades las 24 horas, los siete días de la semana. Acogeremos diferentes tipos de manifestaciones artísticas y se podrá invitar a amigos a vivir la cultura. Convertiremos el Palau en un club cultural y popular.
–El Orfeó Català, propietario del Palau de la Música, consta de unos 1.700 socios desde hace años. ¿Por qué cree que no ha crecido más la base social?
–No interesa que haya más socios porque eso pondría en peligro el modelo de control y el programa actual, que es excluyente.
-¿Excluyente? ¿A qué se refiere?
–Hay muchas manifestaciones culturales que no tienen cabida en el actual modelo.
–Póngame un ejemplo.
–Hay muchas corales en Catalunya a las que les gustaría actuar en el Palau y no pueden. Hay otros tipos de música que no tienen cabida. ¿Por qué el Palau ha de ser solo un referente en música y arquitectura? Por qué no convertirse en una herramienta para la danza, la economía, la sociedad... Por algo se llama Associació Cultural Orfeó Català.
–¿Y dónde se desarrollaría?
–La parte nueva del Palau, el Palau XXI y la zona donde actualmente están las oficinas deberían ser espacios exclusivos para el socio. Hemos localizado oficinas cercanas al Palau donde ubicar a los trabajadores.
–¿Ha habido fair play en estas elecciones?
–No. Me ha sorprendido el nivel de incompetencia de la mesa electoral formada por dos socios de la junta actual y otros dos elegidos por sorteo. No hemos podido desarrollar nuestra campaña en condiciones. Nos sacaron del Palau por distribuir folletos y hemos presentado denuncia. En cambio, ellos no tienen problemas para hacer campaña allí. ¿Por qué nos tienen tanto miedo? Ni siquiera nos han facilitado papeletas de voto cuando la candidatura de Carulla ofrece hasta llevar las suyas a los socios que les apoyen, siempre que estén en Catalunya.
–Mariona Carulla no cobra. ¿Usted tampoco lo haría?
–La presidencia del Orfeó Català no es remunerada. Hay que seguir lo que digan los estatutos. El modelo de junta está muy claro pero lo de cobrar o no dependerá de la dedicación. ¿Todo presidente del Orfeó Català debe provenir de una familia adinerada? Yo no provengo de una familia como la de Carulla.