Más colección, más obras en exposición y más público. Este es el resumen de la última temporada, la del 2013, del Museu del Modernisme Català (Mmcat) que cierra el año con 17.540 visitantes, el 33% más que en el 2012, y con 25 piezas nuevas en el fondo. Un indicativo de que el museo «se va posicionando en el mapa cultural de Barcelona» y un ejemplo de que «el estudio y difusión de las piezas son el objetivo de la entidad», a juicio de su directora Gema Losa.
Este crecimiento progresivo y sostenido tiene como resultado una nueva exposición permanente en la que siguen la mayoría de obras ya expuestas hasta ahora y a la que se añaden 18 piezas de las recientemente adquiridas, entre ellas trabajos de Antoni Gaudí, Domènec Sugrañes, Ramon Casas y Eusebi Arnau. De manera que el museo exhibe 260 obras, alguna más que en el 2013, y es que como dicen sus responsables: «Cuesta mucho retirar piezas de las salas a la reserva, porque todas son de primer nivel». Como los son las tres esculturas de bronce realizadas a partir de los moldes de yeso que Gaudí diseñó para la caja de ventilación y las chimeneas con forma de guerrero que coronan La Pedrera. Y el dormitorio -el único que existe- que Domènec Sugrañes, discípulo del arquitecto modernista y su mano derecha, creó para su propia casa.
CON MANIVELA Y DISCOS DE CARTÓN / Entre las novedades figuran también dos trabajos de Arnau: un retrato en mármol de los hermanos Guarino Mulleras, una de las familias burguesas más importantes de la Barcelona de entre siglos, y un pie de escalera de caoba de la Casa Trinxet. Además de un dibujo de Casas, un óleo de Graner y una pietà de Vallmitjana.
Pero con todo la pieza más curiosa es un polífono de finales del XIX o principios del XX que funciona con manivela y discos de cartón y que aún emite música.