Carmen Amaya revive

Un sólido plantel de artistas invocarán esta noche en el Teatre Nacional de Catalunya el espíritu transgresor de la bailaora barcelonesa Carmen Amaya. Fue una catalana universal como Pau Casals y Joan Miró pero, a diferencia de ellos, durante demasiado tiempo fue ignorada en su tierra. Esa fuerza de la naturaleza que cautivó al mundo entero con su furioso taconeo revivirá con La Capitana. Homenatge a Carmen Amaya, que la sala principal del TNC acoge a partir de hoy y hasta el 10 de noviembre coincidiendo con el 50º aniversario de la muerte de la artista.

El espectáculo está formado por cinco creaciones independientes de música y danza protagonizadas por el coreógrafo contemporáneo Ramon Oller, el atrevido baile de la malagueña Rocío Molina, el poderío del singular bailaor barcelonés Jesús Carmona, la sensible voz de Mayte Martín y el versátil grupo instrumental Bcn 216, que interpretará Homenaje a Carmen Amaya, una obra estrenada en 1987, de Joan Guinjoan. «Los compositores contemporáneos no acostumbramos a ver nuestras obras 10 días seguidos, así que estoy encantado. Además en el TNC conectará con público diferente», destaca el músico, que creó la obra hipnotizado a su vez por otro homenaje a Amaya, el que salió de la cuerdas del maestro de la guitarra Sabicas.

Textos en off de Ana Maria Moix sobre la impresionante vida de Carmen Amaya conectan las diferentes secciones del montaje. Cada una se inspira en un aspecto diferente de la aclamada artista gitana nacida en el Somorrostro. El coreógrafo Ramon Oller, que no baila en Barcelona desde hace 15 años con Pecado/ Pescado, apela a la soledad de la artista tras su regreso a casa en Anar i tornar. Acompañado de la bailarina Maricarmen García, intérpretes de la escuela de flamenco La Tani y el coro de castañuelas de Barcelona, Oller compone una propuesta contemporánea que evoca el espíritu de Amaya. «Nadie asume su papel. Tampoco hay fuegos artificiales. Esta es la propuesta más sincera que he hecho en mucho tiempo», afirma Oller. «No me centro en su genio sino en sus miedos, sus dudas, en esa soledad que halló al volver a casa tras una vida de éxito una artista que llenó los mismos teatros que Frank Sinatra», explica el coreógrafo, que lleva años recopilando información acerca de Carmen Amaya y sabe diferenciar entre la leyenda y la verdad.

Por ejemplo, destaca que Amaya fue una mujer moderna que tuvo que aprender a leer y escribir en inglés para poder establecerse con su compañía en EEUU. Triunfó bailando con pantalones y eclipsó al público con un energía y un magnetismo que brotaban de sus entrañas.

Recordar su faceta como cantaora será la misión de Mayte Martín. Acompañada de Juan Ramón Caro, recreará parte del repertorio con el que Amaya desarrolló su particular filosofía artística a través de su voz. «Su aportación al flamenco ha ido más allá del baile y del cante», escribe Martín en el programa. «La suya era una filosofía vital y artística que en nada se parecía a ninguna otra y que se ponía de manifiesto en todos y cada uno de sus gestos».