En 'Zipi y Zape y el club de la canica', Javier Gutiérrez (Ferrol, 1971) tiene poco de Satur, el buenazo que interpreta en 'Águila Roja' (TVE). Aquí es un villano con parche en el ojo. Odia a los niños y todo lo que tenga que ver con los juegos y la diversión. Dirige, con mano férrea, el siniestro correccional donde ingresan los hermanos Zapatilla tras una de sus trastadas. El filme, que se estrena el 4 de octubre, se presenta hoy en el Festival de San Sebastián.
--Es una historia dirigida a los chavales, pero ellos no saben quiénes son Zipi y Zape. Lo saben sus padres.
--Los más jóvenes no los conocen, desde luego. Aunque, bueno, a lo mejor ahora se acercan a los cómics gracias a la película.
--El internado tiene un claro toque franquista.
--Zipi y Zape tienen que ver con esa época, así que no vamos desencaminados. Yo me crié con curas que me tiraban de las orejas y me daban golpes con una caña de bambú en las yemas de los dedos. Y soltaban hostias sin miramientos.
--Hoy es todo lo contrario.
--Prohibido prohibir. Las prohibiciones están para saltárselas, aunque tienes que respetar al otro. Pero en esa edad hay que divertirse y olvidarse de normas. Luego ya llegará la madurez, los hijos, el trabajo. La vida de verdad. De eso habla la película.
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