El redescubrimiento de las fotografías que se había llevado al exilioFrancesc Boix, el heroico fotógrafo y militante comunista catalán que burló a lasSS en Mauthausen,fue noticia la semana pasada. Aún anónimas, llevaban tres años a la venta sin que ninguno de los museos o archivos públicos catalanes quisiera o pudiera comprarlas.
LaComissió de la Dignitat, por suscripción popular, las adquirió por 7.500 euros, y junto con el colectivoFoto Connexió consiguió identificar a su autor. Un ejemplo de lo que está sucediendo en tantos otros casos ante la inexistencia de una política pública de conservación, investigación y difusión del patrimonio fotográfico.
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