La cantautora estadounidense ofrece mañana en el 24 Guitar Festival un pase en la sala Barts respaldada por el guitarrista Doug Pettibone y el bajista David Sutton. Williams, de 60 años, avanzará canciones del disco que va a grabar con el productor Joe Henry y títulos de obras como 'Lucinda Williams' (1988), 'Car wheels on gravel road' (1998), 'Essence' (2001) y 'Blessed' (2011). Hablamos posiblemente de la voz más conmovedora del rock americano.
--Nació en Luisiana, pero cambió constantemente de dirección durante su infancia. ¿Cómo ha marcado este hecho su vida y su carrera?
--Nos mudamos mucho, pero siempre por el sur de Estados Unidos. Vivimos en Macon y Atlanta (Georgia), en Jackson y Pittsburg (Misisipí)... Soy del sur y eso ha marcado mi música. Siempre fui muy consciente de la importancia de ser una sureña. La familia de mi padre procede de Arkansas y la de mi madre era de Luisiana. Esos son los lugares que más llamaría mi hogar. Por mucho que nos mudásemos, siempre sentí que seguía en el mismo lugar: el sur.
--Pensaba que diría que viajar de tan joven le ha hecho más llevadero ser artista y pasar media vida de gira.
--Eso, también. Mucha gente imagina que es algo dramático para un niño cambiar continuamente de ciudad, pero para mí era una aventura. Mi padre era escritor y profesor y un año dio clases en Santiago de Chile. Yo tenía 9 años y esa experiencia me abrió mucho la mente. Luego vivimos en México. Desde muy niña tuve una visión global del mundo.
--¿Aprendió las canciones de Violeta Parra antes que las de Bob Dylan? Creía que decidió ser cantante tras escuchar su Highway 61 revisited.
--Estuve en Chile en 1963 y cuando volví a Estados Unidos aprendí a tocar canciones de Violeta Parra. Sin duda, a Dylan lo descubrí después.
>>Lea la entrevista completa con la cantautora estadounidense Lucinda Williams en e-Periódico.