A través de seis enormes cajas como casas de muñecas (que contienen escenas con figuras), el artista disidente chino Ai Weiwei relata en la Bienal de Venecia, en concreto en la iglesia barroca Saint-Antonin, los 81 días de detención que sufrió por las autoridades de su país en la primavera de 2011.
El artista se autorrepresenta en las seis escenas de su encarcelamiento: durmiendo en una celda, desnudo bajo la ducha, comiendo, haciendo sus necesidades... Escenas de la vida cotidiana en las que aparece acompañado por guardias de seguridad que no lo dejan ni un minuto suelto.
Gran realismo
La exposición, que presenta un realismo de las escenas en sintonía con la estética tradicional del país comunista, se titula 'S.A.C.R.E.D.' y ha sio realizada por la galería Lisson.
"Se trata de una manera de tomar partido a la vez personal y política", ha declarado el director artístico de la galería, Greg Hilty. "Ha sido una experiencia muy traumática para Ai Weiwei, y la muestra le ha servido de exorcismo".
Paralelamente el artista editó la semana pasada en internet un videoclip ironizando sobre su detención (http://aiweiwei.com/music).