¿Cómo ser a la vez íntimos y expansivos, espectaculares? El secreto lo tienen The xx, que en su actuación del jueves por la noche en el Poble Espanyol confirmaron su capacidad para hacer justicia a la sensibilidad de su música en contextos no exactamente pequeños.
Su presentación del álbum 'Coexist' conquistó al público a base de exhibiciones vocales de Romy Madley Croft (también guitarra) y Oliver Sim (también bajo), el siempre apabullante dominio a las máquinas de Jamie Smith y, por qué no, una concepción sencilla pero eficaz del aparato escénico. El cóctel impedía que nadie retirase la vista de lo que estaba sucediendo en el escenario.
ELEMENTO BAILABLE
En el repertorio, el grueso de 'Coexist' y también un puñado de favoritas del debut, 'xx': 'Heart skipped a beat', 'VCR', una 'Shelter' trasladada de la sobriedad a la pista de baile. En general, el trío británico de indie pop reinventa su repertorio para el directo y, sin dejar de lado la sutileza, inyecta nuevas dosis de brío y elemento bailable. Fue una actuación memorable; de bailar con lágrimas en los ojos.