En su primera película de ficción,Hitchcock,el director del documentalAnvil, el sueño de una banda de rock (2010) captura al genio británico durante el turbulento proceso de producción de Psicosis(1960) y retrata la relación del maestro con su esposa durante más de medio siglo, Alma Reville. El filme se estrenó ayer.
-¿En qué medida cambió su opinión sobre Hitchcock tras hacer esta película?
-En realidad, no sabía gran cosa acerca de Hitchcock a pesar de que me encantan sus películas. Hacer la película fue para mí como un gran aprendizaje, y lo que más me asombró es que todos asumimos que Hitchcock, uno de los cineastas más famosos de la historia junto a Kubrick y Spielberg, podía hacer lo que quisiera, especialmente en el momento álgido de su carrera. Pero no podía. Y lo arriesgó todo para rodarPsicosis.
-¿Por qué?
-Porque se sentía atrapado por el éxito. Se había especializado en hacer pastelitos, como él llamaba aAtrapa a un ladrónyCon la muerte en los talones,películas increíblemente glamurosas. Y los estudios querían que siguiera haciendo lo mismo una y otra vez. Se sentía viejo, y rodó Psicosis para demostrar al mundo y a sí mismo que seguía siendo relevante y capaz de sorprender.
-Los protagonistas deAnvil, el sueño de una banda de rock, también lo daban todo por su arte. Obviamente, es una actitud vital que le atrae.
-En efecto, Anvil daban el mismo concierto hubiera 100.000 personas en el público o solo diez, porque amaban lo que hacían. También Hitchcock hacía cine simplemente porque lo amaba, y no para hacerse rico o famoso. Tan solo aspiraba a crear algo hermoso. Era un artista totalmente puro.
-¿Por qué decidió que, en la película, Hitchcock mantuviera un diálogo onírico con Ed Gein, el asesino en serie que inspiró el libro en el que Psicosis se basa?
-Mi teoría es que Hitchcock estaba obsesionado con el asesinato, y sus películas eran formas de exorcizar su obsesión, y de lidiar con sus propios miedos y deseos. En lo más profundo de su ser temía ser capaz de cometer él mismo todos esos terribles crímenes, y que bien podría haber sido un asesino de no haber tenido talento para reconducir sus impulsos a través de las películas.
-Los cineastas, como los asesinos en serie, suelen regirse por la necesidad de dominar.
-No hay más que fijarse en las actrices de Hitchcock: las moldeó hasta convertirlas en ideales. Su relación con ellas era tan significativa como cualquier relación real, o más. Alguien dijo una vez que la única manera que un tipo con sobrepeso y no precisamente guapo como él pudiera siquiera acercarse a esas era convertirse en cineasta y dirigirlas, de otro modo ellas jamás le habrían hecho caso.