El almeriense más internacional --con permiso de Manolo Escobar-- ya no da vueltas como un berbiquí, ni ribetea sus frases con la palabra "in-cre-í-ble". Ahora,David Bisbalentona sus antes clásicos de entoldado 'Ave María' o 'Lloraré las penas' con instrumentos acústicos en elCarnegie Hallde Nueva York o elRoyal Albert Hallde Londres, teatros que solo pisan los muy grandes.
En algo más de 10 años, su vida ha viajado a toda castaña como bosón de Higgs por sincrotrón: de patear pueblos con la Orquesta Expresiones a 120 euros el bolo, a facturar hasta 150.000 por gala. Ha vendido cinco millones de discos. Es dueño de propiedades aquí y allá. Ha atravesado una tormenta judicial por una separación. Y hasta se ha convertido en 'coach' en una versión pugilística de 'Operación Triunfo'.
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