Con un entorno marcado por el insólito negocio familiar -una funeraria-, la revelación de su propio lesbianismo y, sobre todo, la historia de su padre, un homosexual que nunca salió del armario y que se suicidó buscando las ruedas de un camión, Alison Bechdel (Lock Haven, Estados Unidos, 1960) creó Fun home y colocó así en el 2006 su nombre entre referentes de la novela gráfica autobiográfica como Persépolis de Marjane Satrapi, Blankets de Craig Thompson o Maus de Spiegelman. Fue su honesto, fresco, audaz y aclamado debut en el género pese a sumar ya 25 años de tiras cómico-satíricas sobre el mundo gay y lésbico de su país (reunidas en España en Unos bollos de cuidado, La Cúpula). Ahora vuelve con otro cómic memorialístico: ¿Eres mi madre? (Reservoir Books), un exigente, alambicado y denso recorrido por sus dudas, miedos, ansiedades y obsesiones personales, familiares y profesionales, con continuos saltos a la infancia y el pasado.
RELACIÓN CON LA MADRE / «Tras Fun home era consciente de que no tenía una nueva historia tan intrínsecamente dramática como la de mi padre y pensé en escribir sobre algo tan amplio como las relaciones, sobre mis experiencias románticas pero también sobre mi problema filosófico de mi relación con los demás y la pregunta de si es posible conectar cuando cada uno es el centro de su propio universo -cuenta Bechdel por correo electrónico-. Hasta que me di cuenta de que un libro así no tenía mucho sentido y vi que había estado dando rodeos para evitar el verdadero tema: la relación entre mi madre y yo». La madre de Bechdel, marcada por la infelicidad de la clandestina homosexualidad del marido, ama la música, es actriz aficionada y gran lectora (Silvia Plath, Joyce Carol Oates...).
«Tenía la fantasía de curar a mi madre, y a mi familia, escribiendo la verdadera historia de mi padre -dice-. Desde luego no lo logré pero sí abordé los caminos que seguimos: ella no fue capaz de ser la escritora que pudo ser, y en cuanto a mi, parece que mi destino era convertirme en escritora para cumplir su sueño».
Afirma Bechdel sabe que su madre «está orgullosa y contenta del éxito» de los cómics. Sin embargo, admite que no suele hablarle de ellos y que «aún lamenta que no escribiera Fun home como ficción». En ¿Eres mi madre? ambas mantienen banales conversaciones telefónicas donde evitan los temas personales y donde la madre habla y la hija transcribe al ordenador la charla para luego reflejarla en el cómic.
El psiquiatra y psicoanalista Donald W. Winnicott es reiteradamente citado en una obra en la que la autora, que de niña sufría un trastorno obsesivo compulsivo, se pasa viñetas y viñetas sentada en el diván, igual que ha hecho durante toda su vida adulta. Bechdel asume que ¿Eres mi madre? es un «homenaje al proceso terapéutico». «Sin él -añade-, no habría sido capaz de decir la verdad y asumir el desafío de escribir y dibujar sobre mi vida». Sin duda, este cómic demuestra que es posible psicoanalizarse a uno mismo, o al menos intentarlo. Ahora, especula, quizá se atreverá con la ficción.