"¿Cuál es tu billete favorito?". Lo pregunta un mago, así que su interlocutor responde con las expectativas altas: "¿El de 500?", casi pide permiso.Jorge Blass ni siquiera echa mano de polvos mágicos. Sopla su puño y aparece el billete morado. Tan-ta-ta-chán. Versión mágica del sistema financiero español: nadie da crédito. Durante 20 minutos, la crisis desaparece en un salón deEL PERIÓDICO. Con los ojos abiertos a lo 'anime', 30 lectores del diario convocados por Facebook. Enfrente, Jorge Blass. 'El Copperfield español', lo llaman, aunque fueTamariz el culpable de que empezara a practicar carticidios. Debutó como mago a los 12. Con 32, va por su cuarto espectáculo:'El arte de la magia', que el jueves se instalará tres semanas en elTeatre Coliseum.
Magia en vaqueros: sin chistera ni abracadabras. "Soy un mago un poco raro", confiesa. El exilusionista televisivo (Megatrix, Zona Disney, Nada x aquí) ofrece en EL PERIÓDICO un aperitivo mágico: para abrir boca literalmente. Recompone páginas del diario a pedazos, se ata las zapatillas sin tocarlas y no solo puede adivinar cualquier personaje que pase por la cabeza del espectador: a él se le aparece el nombre dibujado en el brazo. El más-difícil-todavía se lo guarda para su show: hará levitar objetos y provocará tormentas de mariposas. Quien se quede con el 'síndrome Harry Potter', que compre la revistaDominicalel 15 de julio. Jorge Blass descubrirá dos de sus trucos.