Tras la exhibición de serenidad convulsa de Wilco, la noche del jueves acabó sacudida por los ritmos nerviosos de Franz Ferdinand, una banda aún provista de alimento nutritivo pese a que las alegrías punk-funk de su primer disco comienzan a quedar lejos. Aún no sabemos si, en sus nuevos pasos, la banda escocesa se decantará por el regreso a la tabla de gimnasia pospunk o seguirá el rastro del rock explorador y retrovanguardista de su obra más reciente, pero en el Primavera exhibió una funcional vocación festivalera.
Alex Kapranos y compañía tiraron de un repertorio multiuso que se abrió con Darts of pleasure y muy pronto integró cartas seguras como Tell her tonight y Do you want to, proveedoras de momentos de gran felicidad compartida en el Fòrum. Sonido fornido y seguridad a prueba de balas en un repertorio que avanzó a golpe de Walk away y Michael, y que integró algunas canciones nuevas que integrarán el cuarto disco de la banda de Glasgow. Mientras llega, Franz Ferdinand sigue teniendo fiables compañeras de viaje como Ulysses, 40' y la inflamable Take me out, que condujeron a una recta final con This boy, Outsiders y This fire. Material que alimentó un notable pase de entretiempo a la espera de noticias.