Los Goya premiaron el cine catalán emergente en las figuras de Kike Maíllo, elegido director revelación por el thriller de ciencia-ficción Eva y de Jan Cornet, actor revelación por su rol en La piel que habito, de Pedro Almodóvar. "El cine catalán triunfa porque somos buenos", resumió el intérprete para quien trabajar con el consagrado Almodóvar fue "fácil" porque "ambos teníamos la misma idea de la dirección del personaje".

Maíllo, satisfecho del éxito cosechado con su primer largometraje, agradeció el apoyo de la Academia de las Artes y de las Ciencias Cinematográficas de España. "Eva no er una amenaza sino una cosa esperanzadora. Me llena de orgullo que este filme tan valiente, que abre una puerta" aseguró el realizador salido de la Escac, donde inició sus estudios en 1994. "Catalunya es un país de emprendedores que actúa con inteligencia y creatividad. Lo que nos falta es tener dinero y una oportunidad", añadió.