Eduard Iniesta, multinstrumentista de vocación mediterránea, descorcha su quinto disco en solitario,Els set pecats,publicado esta semana. Un trabajo que, asegura, «constituye un gran reto: la descripción, a través del lenguaje musical, de los siete pecados y su relevancia en la sociedad actual». Iniesta lo presenta en un recital compartido por los festivales Barnasants y Tradicionàrius.
Els set pecatses «un disco de experimentación instrumental» que incluye una única pieza cantada, Avarícia. Iniesta dice presentarse a sí mismo «como pecador en una sociedad que es la más pecadora de la historia». No ahonda en el trasfondo religioso, sino «en el significado práctico y actual». Propone una banda sonora frondosa y orgánica, donde la mandolina ocupa el primer plano, y que bebe de fuentes del Mare Nostrum. En su voluntad pluricultural y portuaria, Iniesta se nutre de un imaginario que cubre desde Portugal hasta Turquía.