El ataque neoyorquino

VAMPIRE WEEKEND: Los nietos pijos del embajador

Vampire Weekend, con Ezra Koenig segundo por la derecha. / SOREN SOLKAER STARBIRD

Parecía el último chiste de las revistas de tendencias y resulta que iba en serio: cuatro estudiantes de la Universidad de Columbia descubren la música africana a través del Gracelandde Paul Simon y el intercambio de archivos en internet y cocinan un disco de debut, Vampire Weekend (2008), que destapa un repentino y generalizado interés por los ritmos del continente negro.

Aquel primer disco de Vampire Weekend sonaba tan fresco, endeble, vistoso e ingenioso como una pared de pladur empapelada con cenefas amarillas y azules. Y sus componentes tenían una pinta de pijos metidos a estrellas indie,de nietos del embajador, que tiraba de espaldas. Pero, contra todo pronóstico, la segunda parte de Vampire Weekend fue buena:Contra(2010) dio solidez al invento con canciones más firmes en las que arreglos de cuerda, ecos africanos, ritmos desbocados y letras de críptica intelectualidad encajaban con mayor naturalidad. Y no solo eso, el disco salió disparado al número uno en los tres países con mayor consumo de música: Estados Unidos, Inglaterra y Canadá.

Ezra Koenig y compañía ya estrenaron Contraen Barcelona, en un asardinado y selectivo concierto celebrado en febrero y en verano encabezaron el Festival de Benicàssim. Mañana actúan en la sala de conciertos más grande de Barcelona (el Sant Jordi Club no es una sala de conciertos) y aun así se les ha quedado pequeña. Otros neoyorquinos en racha.