CRÓNICA

Avenged Sevenfold, la Biblia del metal

La banda californiana se estrenó en Barcelona con una aplastante actuación en el Sant Jordi Club

M. Shadows, líder del grupo, actuando en el Sant Jordi Club. / JULIO CARBÓ

El caso de Avenged Sevenfold es extraño: este grupo metálico californiano lleva una década en activo, arrastra abundante público y aún no había debutado en Barcelona hasta el pasado miércoles. Agotado el papel en Razzmatazz, la actuación se trasladó al Sant Jordi Club y más de 3.000 personas secundaron un showvistoso, aparatoso y algo corto: apenas una hora y 15 minutos.

Avenged Sevenfold (nombre de resonancias bíblicas: significa vengado siete veces) es una criatura metálica que se alimenta de referentes de ayer y hoy: guitarras dobladas hijas de Iron Maiden, aceleración speed metal, voz oscura con ancestros thrash y soluciones angulosas propias del metal extremo. Canciones más bien largas; por eso solo tocaron 11, cinco de ellas procedentes de su nuevo disco,Nightmare.

Telón de fondo con calaveras, cruces y murciélagos, e instrumentación abrumadora, con batería de doble bombo. En piezas comoWelcome to the family, Beast and the harlot yBuried alive hubo cambios bruscos de ritmo y melodías épicas con aire de himno. So far away la dedicaron a su batería original, Jimmy Owen Sullivan, fallecido hace menos de un año por intoxicación de fármacos.

El material anterior, comoAfterlifeyAlmost easy, inflamó el recinto y el grupo tuvo a bien ofrecer un bis, gesto poco habitual en él, conBat country. «Prometo que volveremos muy, muy, muy pronto», advirtió M. Shadows, el cantante. Seguro que sí.