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Fred i Son, como jugar a cocinitas

Xesc Cabot, Xavi Rosés y Elisenda Daura: repostería pop casera. / DANI CANTÓ

El pop es una enfermedad altamente contagiosa, ya que se transmite por vía respiratoria. Que se lo digan a Xavi Rosés: ve un concierto de The Lucksmiths o escucha a Young Marble Giants y siente unas ganas terribles de componer una canción. Las del primer disco de Fred i Son, Diu que no sap què vol, están infectadas por los virus más dulces, ágiles y sensibles del pop anglosajón: Lloyd Cole, Prefab Sprout, Aztec Camera, The Go-Betweens. No, este ya no se cura.

A Rosés le salen las melodías con suma facilidad. En especial, ese tipo de melodías naturales que te hacen pensar: «Esto está chupado, yo también podría hacer una canción así». Las letras no son su fuerte, así que las hacen Elisenda Daura (esposa y batería) y Xesc Cabot (amigo y bajista). Sí, Fred i Son es un grupo con matrimonio en la base; como Yo La Tengo. De hecho, cuando Xavi y Eli se cruzaron con los de Hoboken en el último Primavera Sound les explicaron que ellos tenían un grupo, que también estaban casados y les regalaron una de las primeras copias de su disco.

El pop es tan esencial en la dieta diaria de Fred i Son que tocaron en el banquete de su propia boda. Ni siquiera se quitaron el traje de novios. Y, para colmo, interpretaron Ban marriage, himno anti-matrimonio de los canadienses The Hidden Cameras. Pero mientras Xavi sigue por internet el día a día de sus principales ídolos pop, Eli utiliza la red para otros menesteres: consultar blogs de recetas. Se ha enganchado tanto a la cocina, en general, y a la repostería, en particular, que cada vez les salen más y más letras «de cocinitas».

Aunque sus amigos ya conocen las canciones de Diu que no sap què vol por su exitosa maqueta, mañana presentan oficialmente el disco. Y hoy, además de ensayar, Eli está cocinando unas galletas para las 20 primeras personas que compren el cedé.