Lo más destacable deCenturión no es su carácter híbrido ¿un péplum de estética posapocalíptica, a loMad Max¿ o su condición alegórica ¿unos soldados invasores liderados por políticos mezquinos se enfrentan a una guerra de guerrillas en un territorio que no conocen¿ sino su ultraviolencia: mientras los romanos tratan de hacerse con Britania, cabezas explotan como sandías, cráneos son atravesados con flechas, miembros son seccionados, globos oculares son aplastados, gargantas son cortadas y genitales son ensartados en plena micción. Tan inventiva carnicería sirve, intencionadamente o no, para desmitificar la brutalidad de la guerra, retratar el valor de los combatientes como lo que es realmente: una mera colección de crímenes.