Josep Maria Ainaud acaba de publicar una interesante aproximación a la escritora, musicóloga y periodista Carme Karr. En su trayectoria periodística hay que destacar que dirigió Feminal (1907-1917), un suplemento mensual de Il.lustració Catalana que reivindicaba el papel de la mujer y que se hizo eco, por ejemplo, de la pianista Conxita Badia, de la actriz Margarida Xirgu o de la dibujante Lola Anglada. En este contexto en el que la voz de la mujer comienza a adquirir una dimensión pública creciente hay que situar a la protagonista del libro de Joan Soler i Amigó Joana Vidal, folklorista. A pesar de que durante el último tercio del siglo XIX ya aparecen personalidades como M. del Pilar Maspons y Joaquima Santamaria, es sobre todo a principios del siglo XX y a partir de las clases de folclore que Rossend Serra i Pagès hizo entre 1901 y 1917 en la Escola d'Institutrius i Altres Carreres per a la Dona cuando surge un grupo excelente de folcloristas, en el que encontramos a Joana Vidal, pero también a Sara Llorens, que estudia la tradición india y que es autora de un Rondallari de Pineda; Mercè Ventosa, que trabaja sobre la influencia de la mitología griega en los cuentos catalanes; Manuela Fina, que examina las analogías catalanas con la epopeya finlandesa del Kalewala; Adelaida Ferré; Maria Baldó...

En Joana Vidal, folklorista, Soler i Amigó nos ofrece un retrato de esta mujer realmente relevante, pero a la vez una colección de textos publicados y de material manuscrito, con cuentos –incluyendo siete cuentos norteafricanos–, leyendas, canciones... También incluye conferencias –como la que pone en relación Las mil y una noches y los cuentos catalanes, en la que destaca la procedencia de un remoto tronco común de una serie de cuentos que han ido evolucionando y adaptándose a civilizaciones y paisajes diversos–, y la correspondencia mantenida entre Joana Vidal y Rossend Serra i Pagès entre 1904 y 1927. Pero, además, si repasamos las llamadas misiones de investigación para la preparación de la Obra del Cançoner Popular de Catalunya, entre 1922 y 1933, constatamos que en ellas tienen un papel destacado folkloristas como Palmira Jaquetti, Maria Carbó, Mercè Porta o Dolors Porta. Una generación brillante que quedó truncada.