El grupo de Chicago es un fetiche fiable del Primavera Sound, que ya lo incluyó en sus programaciones del 2004 y 2007. Su último disco, Wilco (The album), publicado hace casi un año y que apenas sonó en su actuación de entonces en el Auditori, le muestra como clásico del rock americano moderno; adulto y centrado en artefactos sonoros perfeccionistas, con poco rastro de sus raíces en el country alternativo y de sus experimentos eléctricos de la mano de Jim O'Rourke.

Cada vez tiene menos sentido ubicar a Wilco en la tendencia Americana, aunque sus orígenes están allí. El grupo nació en 1994 tras la disolución de Uncle Tupelo: Jay Farrar creó Son Volt mientras Jeff Tweedy y otros tres exmiembros alumbraban Wilco. Más tarde, Summerteeth (2002) se erigió como un mirador panorámico a un despierto rock con raíces. Su nueva obra, con guiños pop y homenajes a George Harrison (You never know evoca My sweet Lord) puede descontentar al público más aventurero, pero su preciosismo no es estéril: .¿los Eagles del indie?