Lidia Guevara se reinventa

La cantautora presenta 'Ahora sí' en Luz de Gas, un disco luminoso inspirado en el pop español de finales de los 60 y principios de los 70

Lidia Guevara, con Victor Gorriti (derecha) y Berenguer Aina, con quienes grabó una versión acústica de ’Ahora que ya no estás’ para Música Directa.  / MÒNICA TUDELA

Lidia Guevara regresa con 'Ahora sí', un disco luminoso donde se atreve a reivindicar sin complejos una música de guateque que revivirá en su presentación de este miércoles, en Luz de Gas. Si su último disco era oscuro y estaba marcado por la dura experiencia del luto (perdió a su hermano), este nuevo trabajo es todo lo contrario. 'Ahora sí' es un canto al amor en sus diferentes facetas. "A nivel de salud mental necesitaba hacer un disco como este. El anterior era muy denso. Tras morir mi hermano, yo también morí un poco. Ahora necesitaba cambiar y renacer cual ave Fénix", asegura la cantante y compositora. Y lo demuestra en 'Ahora que ya no estás', el tema que grabó para Música Directa en El Periódico de Catalunya.

Sus ídolos de pequeña eran Marisol, Karina, Cecilia, Jeanette, Las Grecas. Y a ellos se ha agarrado para dar una vuelta de tuerca a su propuesta. "He descubierto que tengo un punto folclórico", confiesa. Quienes primero repararon en ello fueron los músicos de La Pegatina, con quienes grabó una versión de 'Caballo viejo'.

CAMBIO DE 'LOOK' 

'Pastillas', el primer videolyric de su nuevo disco lanzado en YouTube, dejó de pasta de boniato a sus fans. Muchos pensaron que su cambio de estilo musical, un punto flamenco y con un look de lo más eurovisivo, se trataba de una broma. Cuando se enteraron de que aquello iba en serio y que su nuevo álbum tendría una onda desenfadada, con guiños al pop español de los 60 y 70, hubo quien incluso se ofendió. "Había un sector indignado. Tuve que pedirles que le dieran una oportunidad al disco, donde hay ritmos muy variados. Por suerte me hicieron caso". El compacto incluye desde ritmos ye-ye hasta referencias al sonido Motown, pasando por un bolero e incluso un cha-cha-cha. 

"Pese a la dificultad de adaptarme a un registro y a unos acordes diferentes, he notado que todo fluía. Me ha dado muy buena energía", afirma Guevara, feliz y con ganas de presentarlo en directo. "Siempre existe el riesgo de perder lo que ya has construido, pero una artista debe ser fiel a lo que siente. No puedes engañar". La cantante y compositora reivindica su derecho a descolocar al personal. "Soy muy camaleónica y eso se nota en mis discos: cada uno es fruto de un momento vital distinto". Imposible predecir por dónde andará el cuarto, cuando llegue.

Nacida en el seno de una familia andaluza, Guevara recuerda los buenos momentos que pasó escuchando la música que sus padres ponían en el coche, o cómo disfrutaban con su abuela con las películas de Marisol. Entre las canciones preferidas de la que fuera niña prodigio de la Epaña franquista, en su 'top ten' particular figuran 'La vida es una tómbola', 'Estando contigo' y 'Corazón contento'.