Mundial 2022

La locura interminable de los argentinos

Buenos Aires se convirtió en una fiesta con los máximos honores dedicados a Messi y con Maradona en el recuerdo.

Aficionados argentinos sostienen una pancarta con las imágenes de Messi y Maradona. / AFP/Emiliano Lasalvia

Un único llanto recorre el territorio argentino. Lágrimas de multitudes agradecidas que vieron la final en las calles y parques y que cuando todo terminó se fundieron en abrazos infinitos. El milagro había sucedido, una prueba más, se dijo, se repitió, Dios viste la camiseta celeste y blanca, al menos cuando se trata de fútbol. "Vamos al Obelisco", fue la consigna de miles y miles de hinchas, los sufridos de siempre, los escépticos de ayer nomás, devenidos creyentes, y aquellos que siempre sintieron que el corazón les latía del lado de la historia.