EL LADO OSCURO DE QATAR (y 6)

Qatar, bajo los focos

Organizaciones humanitarias han tachado a este Mundial de un ejercicio de blanqueo deportivo para maquillar el pobre historial de derechos humanos del emirato, pero las críticas no han impedido que el torneo esté a punto de empezar  

Emblema oficial del Mundial de Qatar 2022 sobre un edificio de Doha.

Tras más de una década de polémica, el Mundial se celebrará en Qatar. De poco han servido las campañas lanzadas por oenegés humanitarias a lo largo de los años para detener el flujo de dinero y popularidad que se acelerará este 20 de noviembre. Ha habido tiempo para echarse atrás, pero nadie se ha pronunciado con firmeza. A su paso, los organizadores de la competición, y la comunidad internacional cómplice, dejan a miles de trabajadores migrantes muertos de calor, a gays, lesbianas y transexuales perseguidos entre partido y partido, a mujeres sometidas a la vigilancia de sus hombres. Pese a todo, el balón se deslizará sobre la hierba. Entre violaciones a los derechos humanos, el torneo está a punto de empezar.