Sexualidad y pareja

Sexo... un ingrediente esencial en la relación de pareja?

¿Hasta qué punto es importante el sexo en una relación de pareja? ¿Qué sucede si el sexo no funciona? ¿Y si es lo único que funciona en la relación?

El sexo, ingrediente esencial en la relación de pareja.

Hay quien piensa que sin sexo una relación de pareja no puede funcionar, pero esa creencia convive con otra más conformista que nos dice que el sexo, a medida que la relación avanza, decae e incluso llega a dejar de existir. Entonces... ¿quién tiene razón?

Posiblemente podemos pellizcar un poquito de una cosa y un poquito de la otra. Me explico.

La sexualidad dentro de la relación de pareja es una parte esencial para que la relación siga funcionando, pero no solamente la parte de la frecuencia sexual, qué tipo de “gimnasia sexual” se hace o se deja de hacer, cuántas cosas distintas se han probado, etcétera sino también la sexualidad como parte de la complicidad en pareja, como un espectro más amplio de aquello puramente genital: las miradas, las caricias, los juegos, las palabras... todas aquellas cosas que puedan estar dentro del terreno de lo erótico. Esa complicidad, más allá de cuántas relaciones sexuales se tienen a la semana, es lo más importante dentro de la sexualidad de la pareja.

Por otro lado, bien es cierto que con el paso de los años, la pasión tiende a disminuir y con ello el deseo, la complicidad y, evidentemente, también la frecuencia. Pero eso es debido a un factor muy importante: tenemos tendencia a pensar que la pasión se mantiene de manera automática, como si de magia se tratara. Y no es así. Si no cuidamos la complicidad, el juega, la picaresca... la pasión se va y luego la frecuencia puede llegar realmente a niveles extremadamente bajos e incómodos para ambos miembros de la pareja.

¿Qué debemos hacer para que la pasión no se vaya? Pues una de las cosas es darle la importancia que se merece a la sexualidad dentro de la relación de pareja, ni más ni menos.

El triángulo del amor

Según Robert J. Sternberg, psicólogo norteamericano autor del libro “El triángulo del amor”, los ingredientes básicos para que una relación de pareja funcione son tres:

-Intimidad: definida como aquellos sentimientos dentro de la relación que buscan el acercamiento, el vínculo, la conexión con el otro.

-Compromiso: corresponde a la decisión de amar a la pareja y de mantener ese vínculo para prolongar el amor.

-Pasión: que equivale al deseo intenso de unión con la pareja.

La sexualidad se engloba dentro de la pasión, por lo que vemos que es un ingrediente básico dentro de la pareja. Pero no entendamos cosas que no son: eso no significa que sea el único ingrediente ni el más importante. Según Sternberg, estos tres elementos deberían estar en la misma proporción, aproximadamente, dentro de la relación. Eso significa que la pasión tiene el mismo peso que el compromiso establecido y que la intimidad que tengan ambos miembros.

Sternberg nos dice que el amor completo se consigue, precisamente, cuando equilibramos los tres ingredientes. En el momento en que uno de ellos no existe, nos encontramos ante otras formas de “amor” que distintos expertos ponen en duda que realmente se merezcan la denominación de “amor” (pero hablaremos de ellos más adelante, no ahora). 

En conclusión, siguiendo el triángulo del amor, el sexo en la pareja es un ingrediente importante, que se engloba dentro de la pasión y que la pasión es mucho más que la cantidad de relaciones sexuales que se tienen en una semana. Quizás deberíamos plantearnos, cada uno de nosotros, cómo están cada uno de estos tres ingredientes dentro de nuestra pareja.

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