Como exclamó el australiano Jack Miller (Ducati) antes de empezar los entrenamientos del Gran Premio de las Américas del pasado fin de semana en Austin (Texas, EEUU) “estamos hartos de hacer un minuto de silencio por la muerte de nuestros jóvenes pilotos”. Lo cierto es que el año está siendo desastroso en ese sentido y solo hay que recordar las muertes de Jason Dupasquier (20 años), Hugo Millán (14) y, más recientemente, Dean Berta Viñales (15). El domingo, sin ir más lejos, la carrera de Moto3 pudo acabar en tragedia cuando, en la segunda prueba, a solo cinco vueltas, el turco Deniz Öncü (KTM) cambió de trayectoria en plena recta, provocando la caída del español Jeremy Alcoba (Honda), que iba a su rebufo, a centímetros de su rueda trasera y tanto Pedro Acosta (KTM), líder del Mundial, como el italiano Andrea Migno (Honda) no pudieron evitar las motos de Öncü y Alcoba y saltaron por los aires. Milagrosamente ninguno de los cuatro pilotos se hicieron daño. Un auténtico milagro.

Casi una tragedia

“Yo solo sé que salté cinco o seis metros por los aires cuando mi moto, utilizando como trampolín, me parece que la moto de Alcoba, me catapultó por los aires y casi me estrelló contra el muro, pero tuve muchísima suerte”, señaló Acosta. Fue Alcoba, precisamente, el más expresivo. “Solo puedo decir que me cague encima porque me vino a la cabeza las muertes recientes de todos mis colegas. Sabía que era sexto y, por tanto, tenía decenas de motos detrás y me he asustado mucho. Podía habernos pasado de todo, sí, sí, por suerte estamos los cuatro bien, pero ha sido terrible”. “Fue una caída casi mortal”, añadió Migno. “Deberíamos reflexionar todos juntos, pues no debería de pasar nada más para que cambiemos algo. Pudo ser tremendo. Es muy peligroso correr así”.

Los dos pilotos más veteranos del Mundial, los italianos Valentino Rossi, de 42 años, y Andrea Dovicioso, de 35, que ha regresado a la más alta competición tras un año sabático, fueron durísimos, no tanto contra el campeonato, los organizadores o el circuito como contra los jóvenes pilotos de Moto3. “La situación en Moto3 está realmente fuera de control”, señaló el ‘Doctor’. “No quiero señalar con el dedo a nadie, pero estos chicos corren como locos, no tiene sentido esa agresividad. Y si, además, para decidir el podio haces una carrera a solo cinco vueltas ¡imagínate como salen! Insisto, como locos. Ese fue un grave error: hacer una carrera a solo cinco giros”.

“Me he asustado mucho, mucho, pues pudieron haber varias muertes. Todos tuvieron mucha suerte”, siguió explicando Rossi. “Debemos hacer algo antes de que mueran más pilotos. Todos sabemos que el motociclismo es un deporte de riesgo, peligroso, pero lo es aún más con ciertas actitudes, con determinados comportamientos. Deben correr respetando a los demás, pues aquí todos nos estamos jugando la vida”.

‘Dovi’ no critica tanto el hecho de haber decidido que el GP de Moto3 se corriese, solo, a cinco vueltas. “Yo no creo, la verdad, que el problema fuese ese, no. El problema es que estos chicos, todos ellos muy jóvenes pero ya con muchos años de carreras, deben entender que así no se puede correr. No se puede ser campeón del mundo corriendo tan agresivamente, pues así no se llega a ninguna parte y los que se comportan de esta manera no han entendido nada, nada, cómo es este deporte. No digo que no se deba ser agresivo para tratar de ganar. Hay límites que nunca se deben sobrepasar y, desde luego, la manera que corren estos chicos no es la más adecuada para acabar siendo campeón, ni siquiera para ganar un gran premio”.

Arriesgando la vida

“Los jóvenes deberían de tomárselo con más tranquilidad. Pero no, ellos corren desde que se apaga el semáforo a tope, sin pensar lo que les pueda ocurrir, a ellos y al resto. Deberíamos encontrar la manera de hacerles comprender que así, como corren ellos, no se debe correr. Deben cambiar de mentalidad, aunque algunos creen que ya es demasiado pronto para convencerlos. Ciertas cosas no se pueden hacer intencionadamente. La pelea en la pista es bella, forma parte de nuestro deporte, pero no puedes afrontar un gran premio estando dispuesto a arriesgar tu vida, eso no tiene sentido”, siguió explicando el nuevo piloto del equipo Petronas Yamaha de MotoGP.

Dovizioso cree que será difícil, a estas alturas de las carreras, cambiar la mentalidad de los pilotos jóvenes de Moto3. “La verdad, yo no entiendo que pasa por sus cabezas. ¿Quieren ganar solo usando su agresividad?, pues no ganarán, no. Debes arriesgar para ser más rápido, sí, pero no para poner en peligro tu vida y la de los demás. Para mí ese pensamiento es inconcebible. Solo tienes que observarlos en los entrenamientos de viernes y sábado, ellos no corren para aprender, se pasan los ensayos haciendo trampas para conseguir el mejor crono”.