Marc Márquez lo ha ganado todo este año. Ha conquistado la Triple Corona, al convertirse, de nuevo, en campeón del mundo, proporcionarle un nuevo título de constructores, el nº 24, a Honda y hacer que la escudería Repsol Honda fuese la mejor del mundo. Ha ganado más que nadie, nueve grandes premios (EEUU, Jerez, Le Mans, Assen, Sachsenring, Motorland, Thalandia, Japón y Malasia), todas las carreras que ha terminado (14) las ha acabado en el podio y se ha convertido en el pentacampeón del mundo más joven de MotoGP, a falta de tres carreras. Por si faltaba algo, ha sacado 76 puntos, es decir, tres grandes premios, más de tres victorias (75) al italiano Andrea Dovizioso (Ducati), que ha vuelto a quedar subcampeón.
“Y, ahora, desde ya, desde este mismo fin de semana, ya no soy campeón, ya soy uno más, empiezo el 2019 con cero puntos, así que hay que empezar de nuevo. Como cada año”, comentó Márquez este fin de semana, en el circuito de Rufea (Lleida), donde, tres días antes de operarse de su hombro izquierdo, el mismo que se ha salido de sitio más de 20 veces este año, ha estado entrenándose a tope con un grupo de 20 jóvenes, de entre 10 y 13 años, 17 chicos y 3 chicas, procedentes de España, Gran Bretaña, Croacia e Italia, escogidos para el anual Allianz Júnior Motor Camp, en el que también participa su hermano Àlex y el entrenador de pista de ambos, José Luis Martínez, excampeón de España de motocross.
Marc Márquez recibe a los 20 niños que están trabajando con él en el circuito de Rufea. /
Márquez no lo dice, pero está muy preocupado, al igual que su entorno, con esta delicada operación, que está en manos del prestigioso doctor Xavier Mir. Tenían que haberla adelantado, pero los compromisos tras renovar el cetro de MotoGP ha hecho imposible reducir el periodo de recuperación, que, dicen, será de seis semanas y que el haptacampeón del mundo quiere reducir a cinco. Lo que es evidente es que Márquez no llegará al cien por cien a los primeros entrenamiento del 2019, que se celebrarán en Sepang (Malasia), la primera semana de febrero. Eso él tampoco lo cuenta, pero la recuperación, que, probablemente, le impida subirse a la moto, le tiene muy inquieto.
"Yo también fui niño y sé que ellos no olvidarán estos días en Rufea. Además, yo, aunque parezca mentira, también aprendo muchas cosas de estos niños"
Piloto oficial de Repsol Honda y heptacampeón del mundo
Mucho más, por sus palabras en Rufea, que la llegada de Jorge Lorenzo al ‘team’ Repsol Honda. O la progresión ofrecida por la Ducati ‘Desmosedici’ en manos de ‘Dovi’, Danilo Petrucci, Jack Miller y ‘Peco’ Bagnaia. O la mejora de la Suzuki de Àlex Rins. O el pique entre Valentino Rossi y Maverick Viñales por saber, a ciencia cierta, si la Yamaha mejora o no. Nada de todo eso le inquieta tanto al piloto de Cervera (Lleida) como que la operación salga bien y la recuperación cumpla los plazos o los reduzca. "La recuperación de ese hombro izquierdo será lenta y no será fácil, veremos cómo llegó al primer test de Malasia, en febrero", señaló inquieto el heptacampeón.
Marc Márquez explica algunos trucos a los niños del Allainz Júnior Camp en la pista de Rufea. /
“Me encanta ver cada año los vídeos de los chavales aspirantes al campus, algunos de ellos tienen mucho nivel y cada vez me resulta más difícil quedarme solo con 20. Y cada año aprendo algo nuevo de los chicos. Yo también fui niño, yo también me volvía loco por las motos de niño y yo también soñé con que un piloto de los grandes me diese clase o se entrenase conmigo. Ninguno de ellos olvidará estos días en Rufea, seguro, y yo me lo paso en grande” ha explicado Marc, que se vuelca en el campus. Hasta el punto de que, el pasado jueves, finalizó el test de Jerez a las cinco de la tarde y llegó a su casa a las 12 de la noche, pero el viernes ya estaba aleccionando a los chicos, con los que seguirá hasta este mediodía, cuando tendrá que prepararse para acudir a la gala de la FIM como flamante campeón de 2018.
La llegada de Jorge Lorenzo
Después de los test de cara a 2019 en Cheste y Jerez, Márquez ha dicho que “han dejado buenas sensaciones, aunque aún queda mucho trabajo en invierno porque cuando lleguemos a Sepang en febrero ya habrá poco margen de cambio. En cualquier caso, es la tónica de los últimos años, vale más evolucionar un poquito que intentar cambios radicales o experimentos y que luego no funcionen”.
Y sobre Jorge Lorenzo ha reconocido que “el compañero siempre es el primer rival, aunque ambos nos ayudaremos mutuamente a hacer que la moto funcione. Y, luego, en pista estoy seguro que yo aprenderé de él y él de mi. Es Jorge Lorenzo. El nombre ya lo dice todo, es un campeón y un piloto muy rápido, seguro que su adaptación será rápida, ya lo está siendo. Por mi parte intentaré ponérselo difícil en cada carrera”.