La Fiesta Mayor de Mollet del Vallès (Vallès Oriental) finalizó con más de 10.000 personas de público en los diferentes espectáculos y actividades programadas pese haberse tenido que celebrar con medidas de seguridad y restricciones por la pandemia del covid-19. Así, durante el transcurso de los diferentes actos, los asistentes tuvieron que estar sentados y con la mascarilla puesta. “Las 80 actividades del programa se pudieron llevar a cabo sin ningún incidente”, remarcan desde el Ayuntamiento de Mollet.
Los actos programados por el consistorio vendieron un total de 5.650 entradas, el 75% de las cuales se adquirieron en línea y el resto presencialmente en el Mercat Vell o en el Centro Cultural de La Marineta.
Las entradas tenían un precio simbólico de entre 1 y 4 euros y no había taquilla en el lugar de los espectáculos. Así, la recaudación total ha sido de 6.471 euros, que “irán a parar íntegramente al Banco de Alimentos”.
Debido al covid-19, la asistencia a los espectáculos o actividades requería de entrada anticipada. La Fiesta Mayor se ha tenido que celebrar en espacios delimitados como el parque de Can Mulà, el patio de les Col·legis Nous, el Envelat o el Museu Abelló. Los grupos han organizado sus actividades en el Instituto Aiguaviva y la Escuela Montseny.
Entradas agotadas
Las entradas se agotaron en casi una treintena de actos del programa, como: La Magia de Jandro, las Bombolles morades a mogollón, la Nit de monòlegs torrats o conciertos de Carmen & Kitflus, Versión impossible, Velvet Candles, The Sick Boys, Strombers o DEM.
Las localidades de la Tarde de Cultura Popular y del Ball dels Diable Benvinguts a l’infern se agotaron a las pocas horas de ponerse a la venta.
En este sentido, las 80 actividades del programa se pudieron llevar a cabo “con total normalidad y sin ningún incidente”. A pesar de ello, La Policía Municipal y los Mossos tuvieron que dispersar a grupos de jóvenes, “la mayoría de los cuales venidos de fuera de Mollet”, que se concentraron en el parque de Ca l'Estrada durante las noches y “provocaron algunos disturbios”, explican desde el gobierno local.
De hecho, algunos vecinos de Mollet denunciaron vía redes sociales el incivismo y ruido ejercido por estas personas.
Punto Lila
El Punto Lila, instalado en Can Mulà y con un equipo itinerante, hizo llegar material informativo y de sensibilización a unas 2.000 personas. “En los cuatro días que funcionó, dos personas se dirigieron a el por incidencias”, señalan desde el consistorio.
La novedad de este año era la puesta en marcha del teléfono y Whatsapp 616777607, que permitió resolver una incidencia. “Ninguna de las incidencias derivó en denuncia”, añaden.
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