El mundo de los sensores no parece tener límites y menos aplicado a la telefonía móvil. Un instituto de investigación coreano, el Smardi, presenta en el Mobile World Congress todo un catálogo de sensores que permiten ampliar las funciones de los teléfonos hasta extremos insospechados.
Es el caso del A-scan, un dispositivo que unido a una aplicación para móviles con Android mide el nivel de alcohol en la respiración o, incluso, si al usuario le huele el aliento y debe de lavarse los dientes.
O el de Epi, un detector del estado de la piel apto para tratamientos de belleza. O incluso el Smart Gas Detector, pensado para aplicaciones industriales, que es una funda para móviles capaz de detectar si hay una fuga de gas o tóxicos.
Todos ellos aplican tecnología de sistemas microelectromecánicos (MEMS), que apenas requiere alimentación.