Encuentro en Sharm el-Sheikh

La cumbre del clima en el desierto se queda sin botellas de agua

  • El recinto que acoge el evento ha agotado, en más de una ocasión, las botellas de agua y las fuentes

  • El elevado precio de la comida y el frío del aire acondicionado también cosechan críticas entre los asistentes

Operarios desmontando instalaciones del COP27 / EMILIE MADI (REUTERS)

Incluso antes de arrancar, la cumbre del clima de Sharm el-Sheikh parecía algo paradójico. Pues se mire como se mire, celebrar el mayor evento del año sobre políticas medioambientales y sostenibilidad en una ciudad con mil piscinas en el desierto resulta cuanto menos contradictorio. Durante la celebración de este congreso, el contraste entre el contenido de los debates climáticos y el lugar que los hospeda se ha vuelto hasta burdo. Como cuando vimos que el recinto que acoge este evento apenas tiene puntos de reciclaje. Y por si fuera poco, la cumbre del clima celebrada en el desierto, más de un día, en más de una ocasión, se ha quedado sin agua.