Advertencia

La línea R1 de Rodalies Renfe, condenada a "desaparecer"

Un geólogo avisa: "Urge trasladar la línea del Maresme porque se la comerá el mar"

Desperfectos en la vía de la línea R1 de Rodalies, a su paso entre Canet de Mar y Sant Pol, por el fuerte oleaje, en una imagen de archivo. / SERGI CONESA

El director del Observatorio del Georriesgo del Colegio de Geólogos de Cataluña, Joan Manuel Vilaplana, ha advertido de que urge trasladar la línea de ferrocarril de la costa del Maresme porque aumentará la erosión del mar y habrá un crecimiento del nivel marino por el cambio climático que se comerá las vías.

El temporal de los últimos días ha erosionado la cimentación de las vías y las olas descabalgaron un trozo de vías que obligó a interrumpir este domingo el tráfico ferroviario por esta línea, la primera que se puso en servicio en España y que discurre junto al mar.

"La ocupación del frente litoral sobre las antiguas playas naturales ha restado espacio y condiciona la dinámica litoral natural del Baix Maresme, que nunca ha tendido a formar grandes playas. En este litoral, los numerosos temporales, su frecuencia, su intensidad y su duración y la acción antrópica provocan que la erosión sea predominante por encima de la sedimentación", ha explicado hoy el geólogo.

"Si le añadimos el incremento del nivel del mar debido al cambio climático, queda claro que la inundación del mar va avanzando progresivamente, por lo que podemos afirmar que la mayoría de playas actuales y la línea de tren del Maresme, en su trazado actual, están condenadas a desaparecer", ha sentenciado.

Falta de sedimentos

Según el geólogo, "las playas son sistemas dinámicos que se forman por la aportación de sedimentos de los ríos y rieras, y las corrientes litorales van redistribuyendo la arena a lo largo de la costa".

"Las rieras, actualmente muy canalizadas y con cuencas muy urbanizadas, aportan muchos menos sedimentos y eso representa un déficit para la regeneración natural de las playas", ha detallado el experto.

Vilaplana ha remarcado que "la arena que las corrientes desplazan de norte a sur a lo largo de la costa y que regenera las playas de forma natural se ve interceptada por los diques de los puertos deportivos, que actúan de trampas sedimentarias".

"En el noreste de los puertos la arena queda retenida y en el suroeste es casi inexistente. Por eso, la normativa obliga a los puertos a realizar un 'bypass' de arenas que raramente se cumple", denuncia el geólogo.

El científico ha recordado que las restauraciones de las playas con aportaciones artificiales de arena "tienen una efectividad temporal de corta duración" y suponen un gran coste económico y daños en el ecosistema marino-litoral.

Una necesidad inminente

Hasta 2020, los diferentes Planes Metropolitanos de Barcelona y los Planes Directores de Infraestructuras consideraban el traslado de la línea R1 de Cercanías al interior como una opción de futuro, pero, según Vilaplana, "desgraciada e incomprensiblemente, actualmente ya no es así".

El temporal Gloria, en enero de 2020, ya dañó la línea del Maresme y, aunque se hicieron trabajos de protección de la infraestructura en dos kilómetros del tramo Mataró-Cabrera de Mar para consolidar y reparar las protecciones de escollera existentes y paliar los efectos de los temporales marítimos, el temporal Celia de estos días ha vuelto a dañar la infraestructura.

"Estas obras de defensa son necesarias para incrementar la seguridad de la R1 y evitar posibles incidentes y accidentes ferroviarios a corto plazo, pero no son la solución definitiva y, en ningún caso, la alternativa al traslado de la infraestructura", ha opinado el geólogo, que recuerda que "una playa ancha es la mejor protección natural contra los temporales marítimos".

Según Vilaplana, "desplazar la R1 es fundamental para iniciar el proceso de adaptación de nuestro litoral a los nuevos escenarios de emergencia climática".

Eliminar barreras

Además, argumenta que "desplazar la R1 permitiría abrir las poblaciones costeras al mar" y el nuevo trazado del tren por el interior "daría un servicio más eficiente y mejoraría la movilidad en toda la comarca".

"Quitar la barrera que significa la vía de tren de primera línea de costa permite ganar espacio, aumentar la anchura de la playa para reducir la erosión y facilita la regeneración natural de las playas tras los temporales", ha concluido el geólogo, que anima a las administraciones a tener "una mirada amplia donde urbanismo, movilidad, seguridad y sostenibilidad se consideren conjuntamente".